Además, en diálogo con Nuevo Diario, Olmedo reafirmó su continuidad al frente del Parlasur y que con él "llegó la pala, el trabajo, el orden y se quedó afuera la corrupción y los negociados espurios. No hay más negociados de confitería ni sobres bajo la mesa".
En tanto que la próxima sesión plenaria convocada para el próximo lunes 18, se desarrollará bajo su presidencia.
La nota elevada el martes pasado a la Mesa Directiva del Parlamento del Mercosur, lleva la firma de 31 de sus miembros y señala que Olmedo se extralimita en sus facultades al incumplir la voluntad consensuada de los parlamentarios respecto a la integración de las comisiones y la falta de respeto con sus pares nacionales".
Pedía que Fabiana Martín se hiciera cargo de la presidencia.
En tanto, desde el Parlamento del Mercosur señalaron que "el Presidente del Parlamento del Mercosur continúa desempeñando sus funciones habituales en la dirección de las actividades del Organismo. Que como un órgano del Mercosur tiene reglado el procedimiento de cambio de autoridades de acuerdo a los plazos establecidos en las normas que la constituyen".
Agrega que la presidencia del Parlamento del MERCOSUR mantiene la integridad institucional y transparencia en todos sus procesos. "Reafirmamos nuestro respeto a todos los miembros, independientemente de su afiliación política, y destacamos que las diferencias ideológicas son fundamentales para el enriquecimiento de la democracia", indica la misiva.
Las causas
Así las cosas, Olmedo explicó a Nuevo Diario que la nota presentada por los parlamentarios argentinos de los distintos bloques se debe a las recientes medidas que adoptó en el organismo.
“Los parlamentarios me pidieron una reunión y se las di como corresponde en el edificio de la Cancillería dónde tenemos un escritorio y ellos querían en una confitería. Queda claro que este país ha cambiado y ya no hay reuniones ni de servilleta, ni de confiterías ni de sobres bajo la mesa”, remarcó.
Olmedos sostuvo además que en sus primeros días de gestión expulsó a Diego Cuiñas acusado de colaborar con Gustavo Penadés en la trama que intentó ocultar su culpabilidad en casos de pedofilia.
“En la Mesa de la última reunión dijimos que el que no va a trabajar no cobra y hay sueldos de los administrativos que rondan entre los 1.000 y 3.000 mil dólares. Y no cobraron. Parece que eso los puso molestos”, remarcó Olmedo.
Aseguró que, así como el presidente Javier Milei llegó a la presidencia para cambiar el país, él llego al Parlasur “para que sea una institución con honores”.
Destacó que los parlamentarios no cobran sueldos, pero si tienen viáticos, los que él no cobra.
“Me da vergüenza que nuestro país deba más de 3 millones de dólares y no le voy a sacar plata a los hermanos brasileros cuando nosotros no pagamos. Yo viajo a Uruguay en mi auto y manejo yo, para que no le cueste nada al país ni al Parlasur”, afirmó.
