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Destacó la conexión a la red de agua de las 36 familias que allí residen, como también las etapas de obras que continuarán para todo el barrio.
Además, puntualizó que es tarea del municipio de Cafayate terminar la conectividad, y que, si bien la empresa que preside se hizo cargo de las principales tareas en la zona, las mismas debieron cumplimentarse cinco años atrás, por lo que la responsabilidad de lo sucedido recae en provincia y el municipio.
Vecinos indignados
En paralelo a este diálogo, el sábado por la mañana, grupos de familias que residen en el mencionado barrio, se comunicaron con Nuevo Diario para manifestar su indignación por el tiempo transcurrido sin el vital líquido, pese a las obras anunciadas desde Aguas del Norte.
El reclamo fue acompañado por imágenes y videos que fueron puestos a disposición de la empresa. Una vez puesto en conocimiento y en continuidad de diálogo con nuestro medio, Luis María García Salado insistió en la conectividad total del lugar, aunque se comprometió a solucionar cualquier eventual problema en relación al servicio, advirtiendo también que la alta demanda durante los días de la Serenata a Cafayate podrían haber incidido en la provisión del líquido elemental.
Una obra aplazada hace cinco años
"El compromiso era que esa red debía estar terminada hace 5 años, era una obligación de provincia, pero asumí el compromiso cuando vi que la municipalidad (de Cafayate) no terminaba de hacer nada", sostuvo García Salado, que agregó que en ese contexto la empresa solicitó a la provincia la recepción de la obra, previo a labrar un acta en donde se encuentran detalladas todas las irregularidades que se observaron, sobre todo sustentada en la cisterna y la parte eléctrica.
En ese sentido, el funcionario dio los detalles de los trabajos que se realizaron desde el mes de diciembre y hasta la semana pasada, cuando comenzaron a realizarse pruebas de la red de agua: "Cuando llegamos nos encontramos con que no había ni un tramo de esa red, y muchísimas roturas, entre ellas en la propia cisterna".
"Hoy los loteos tienen el agua en la puerta de sus casas y resta la colocación de un chip, que ahora es responsabilidad de la municipalidad", manifestó García Salado. "Todo lo del barrio El Socorro 2, está bajo supervisión y mi principal interés es que todas las familias que están viviendo allí tengan agua".
El reparto de las culpas
García Salado fue enfático sobre la responsabilidad de la problemática que atravesaron estas familias durante largos años y en pos del sueño de una vivienda digna: "Los responsables son la provincia y el municipio (de Cafayate) que entregaron estos lotes", sostuvo y agregó "la obligación era bajarles a los vecinos la energía eléctrica y el agua, pero la empresa a cargo de esas obras conformada por un grupo de cooperativas abandonó las tareas, después se adjudicó a otra empresa que tampoco realizó las obras, además de otros incumplimientos que están en acta de recepción".
No obstante, y pese a existir denuncias en contra del propio jefe comunal, hasta el momento no existe aclaratoria alguna sobre la situación. "Acá hay que terminar de cumplir con lo que es un derecho de los vecinos", concluyó el presidente de Aguas del Norte.
Cabe recordar que, en octubre de 2.019, luego del reempadronamiento de la ex Secretaría de Tierra y hábitat y de pasar por los controles del IPV se sortearon los 519 lotes entre un listado de postulantes conformado por más de 670 familias.
En dicha oportunidad, para el sorteo se respetaron como antiguos las familias remanentes de Finca El Socorro I en cupo, casos especiales se preadjudicó a la totalidad de los reempadronados y se completó con cupo demanda libre.
La obra de infraestructura del loteo estuvo a cargo del municipio de Cafayate y Secretaría de Obras Públicas provincial, cuya responsabilidad era la de garantizar la conectividad de los servicios a los flamantes adjudicatarios.
Los lotes, finalmente fueron adjudicados hacia la última etapa de la gobernación de Juan Manuel Urtubey, con Sergio Zorpudes a la cabeza del Instituto Provincial de la Vivienda, con un monto de inversión para la primera parte de la obra, limpieza, apertura de calles de $5.569.257,83, destacándose que a la fecha hay zonas en donde tal apertura no existe.
En cuanto a provisión de agua al loteo, en ese momento se firmó un acuerdo entre Nación y Provincia con una inversión de más de 20 millones de pesos, para una conectividad inexistente.
Cansados de la situación, las familias resolvieron salir a la ruta a protestar en diciembre del año pasado: "Estamos cansados de tantas mentiras del intendente Almeda (Fernando) y del señor García Salado (Luis María) de Aguas del Norte, que el mes pasado nos prometieron que el barrio tendría agua en 10 días y hasta el día de hoy no pasó nada y estamos viviendo como podemos", decían a este medio en ese momento.
El 9 de enero pasado, desde la empresa Aguas del Norte, se reunía con vecinos y autoridades comunales, asumiendo el compromiso de completar en "11 días", que fueron más, lo cual precipitó otras manifestaciones.
A la fecha, la empresa asegura que las obras que le competían están finalizadas, endilgando el resto de las responsabilidades a una intendencia que no acusa recibo de las demandas vecinales.
