Sergio Vargas es juzgado como presunto partícipe secundario de homicidio triplemente calificado por ser cometido con alevosía y ensañamiento y por precio o promesa remuneratoria, mientras que Nicolás Cajal Gauffín responde por el delito de encubrimiento agravado.
Uno de los testigos refirió que esa mañana salió de su casa para ir a trabajar alrededor de las 11.
Con la niñera
Al pasar por la casa de Jimena Salas la vio afuera, despidiéndose de una chica que salía en moto (la niñera). La saludó y ella le respondió. Luego recordó que regresó a su casa cerca de las 13:30 y vio a Cajal Gauffín dentro de su auto, estacionado cerca de su domicilio. También intercambió saludo con él. Dijo que luego entró a su vivienda, dejó la moto y fue a lavarse las manos para almorzar.
Agregó que en ese momento escuchó gritos de un hombre. Precisó que esto sucedió alrededor de un minuto y medio después de ver a Cajal dentro de su auto. El testigo manifestó que pensó en salir a ver qué pasaba, pero su mujer le sugirió que no lo hiciera.
Su esposa, quien también declaró ayer, dijo que conocía a Cajal y a Salas de vista, del barrio, mientras que aseguró que a Sergio Vargas no lo vio nunca por la zona, para luego confirmar lo que su marido ya había relatado.
Un auto negro
La siguiente testigo (familiar de los dos primeros) dijo haber visto un auto negro ese mediodía, estacionado cerca de la casa de la víctima. Otra vecina, en tanto, aseguró haber sido visitada por el imputado Vargas la mañana del 17 de enero de 2017.
Explicó que Vargas le ofreció calzado para la venta, aunque no recordó si eran sandalias o alpargatas. Dijo que llevaba un bolso colgando, con la correa atravesada en la espalda. La testigo afirmó que el imputado le dio un apellido y le consultó si conocía a esa persona, porque le había encargado unos calzados.
Otra vecina indicó que a Cajal lo conoce por los medios, porque a pesar de vivir cerca no tienen relación alguna. Sí dijo conocer a Sergio Vargas, a quien vio el día del hecho porque fue a venderle calzado para las nenas. Llevaba un bolso futbolero y una bolsa de consorcio negra.
Nombre de mujer
Mencionó el nombre de una mujer (no era el de Jimena Salas), para saber si la conocía, porque esa persona supuestamente le había encargado unas sandalias.
De esta manera, la situación de Vargas, quien reconoció que estuvo en la zona debido a que se dedica a la venta ambulante, no quedó comprometida.