Entre las irregularidades, que según trascendieron, se basa la medida, figura la autorización otorgada por el Fiscal Pablo Paz interviniente, de cremar el cuerpo de la víctima, luego de recibir el pedido del marido de Salas, además de la falta de testimonios de personas que podrían ser consideradas claves.
Como se recordará Salas fue asesinada el 27 de enero de 2017 en su casa del barrio San Nicolás en la localidad de Vaqueros, cuando dos sujetos a través de una táctica de relajamiento, como la de usar un perro para hacerlo pasar por extraviado, ingresaron a su casa, donde estaban sus hijas mellizas, menores de edad, que fueron encerradas en una de las habitaciones.
Esta medida por ahora llevaría el nombre del fiscal Pablo Paz, quien podría haber autorizado la entrega del cuerpo, que posteriormente fuera cremado por la familia.
En cuanto a los testigos que no fueron citados, sería una larga listas de personas cercanas a Salas, para que permitieran contar como estaba en esos últimos días previos al homicidio el estado de ánimo de la víctima.
Nada hace suponer que el sumario se circunscriba a Paz, todo esto en el marco de la investigación que iniciara el fiscal Rodrigo González Miralpeix, quien estuvo en la escena del crimen a escasa media hora de cometido el hecho.
Hoy la causa está en manos de Ramiro Ramos Ossorio y Pablo Rivero, ambos fiscales integrantes de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, al tiempo que Cornejo solicitó, oportunamente, la remisión de las actuaciones originarias de la subcomisaría de Vaqueros por el supuesto homicidio calificado en perjuicio de Jimena Salas.
Lo hizo “Atento al tiempo transcurrido, la falta de resolución del caso y la necesidad imperiosa de generar medios de prueba, tendientes a esclarecerlo”.