Sergia Lazarovich se convirtió, desde marzo, en la protagonista de un vacío legal que le dio lugar a una serie de suspicacias. Por ese entonces, la noticia de que un empleado administrativo de la AFIP de la capital salteña había solicitado el cambio de género a los 59 años causó sorpresa e indignación entre sus compañeros, quienes criticaron su accionar y especularon con la idea de que lo hiciese para poder jubilarse a los 60 años como mujer.
“Los hombres no deberían obtener la jubilación después que las mujeres”, deslizó, al mismo tiempo en que aclaró: “No inicié el trámite para jubilarme anticipadamente; lo hice por convicción”. Las palabras que expresó Sergia en aquel entonces adquieren otra connotación a la fecha, debido a que la directora del ANSES, Laura Cartuccia, le aseguró a Infobae que “Sergia Lazarovich solicitó el 15 de mayo su jubilación”.
“Tomamos su documentación conforme a cualquier ciudadano que lo solicita y se evaluará el derecho en relación a lo presentado. El turno fue entregado en base a su nuevo DNI, ya que el sistema lo valida en función de ello. En estos momentos esperamos la digitalización de un expediente un reconocimiento de servicio el mismo en el archivo San Martín. Una vez digitalizado se podrá proceder a la evaluación integral de la solicitud de Lazarovich. Si la documentación es correcta, será aprobada”, agregó Cartuccia.
“Los medios están mintiendo, deberían informarse un poco más, están mintiendo, no inicié ningún trámite en ANSES”, dijo Lazarovich, el 22 de marzo, ante la consulta de El Tribuno de Salta cuando se retiraba de su trabajo.
El director general del Registro Civil de Salta, Matías Assennato, le aseguró a Infobae que “es imprudente hablar de abuso de derecho, ya que es muy difícil de probar. Desde el Registro Civil recibimos el pedido de un hombre para modificar su identidad, lo que hicimos fue asegurar el cumplimiento de la Ley de Identidad de Género”. Además aclaró que tal como lo pide el artículo 4° de la ley 26.743, “Lazarovich es mayor de 18 años, presentó la solicitud correspondiente y expresó el nuevo nombre que iba a llevar. No había ningún motivo por el cual debería ser denegada su petición”.
"Cabe remarcar que actuamos bajo las normativas vigentes: deben ser 30 años de aportes, sin discriminar el sexo, y deben cumplir 60 años en la mujer y 65 en el hombre. Respecto a este caso no podemos evaluar si está bien o está mal, sólo nos limitamos a la documentación aceptada y presentada", concluyó Cartuccia.
