La crecida, según lo indicó a Nuevo Diario el responsable de Defensa Civil, Ernesto Flores, se inició cerca de las 20 del viernes. Sin haber lluvia, el agua empezó a ingresar al asentamiento Francini y barrio Milagro a través de campos cercanos, dijo el funcionario. El agua sobrepasó en un metro el puente ubicado en esta ciudad.
Al ser consultado, el secretario de Recursos Hídricos de la provincia, Alfredo Fuertes, indicó que era preciso indicar que a diferencia de lo que sucede en el Pilcomayo, por el cual desde las estaciones se avisan sobre las crecidas de los ríos un día y medio antes de que llegue el agua a Salta, en el caso del río Bermejo la Comisión Regional del Río Bermejo (COREBE), sólo informa sobre esa eventualidad de lunes a viernes.
De hecho, la situación sobre el curso de agua del Bermejo fue informada el viernes por la mañana solamente, razón por la cual en la noche el agua ingresó sin que se conozca sobre la crecida.
Situaciones distintas
Según las informaciones a las que accedió este medio, al principio fue difícil encontrar gente de la Municipalidad de Pichanal para poder trabajar en el sector.
Mientras, además de los barrios mencionados, también habían sido afectados por el desborde de este río el barrio 9 de Julio.
A raíz del agua que llegó sin avisar las personas se refugiaron en las vías del ferrocarril, Bomberos Voluntarios llevó algunas personas al cuartel.
Finalmente la Municipalidad se puso a trabajar y ayer el curso de agua ya había bajado, dejando las calles llenas de barro.
En cuanto al Pilcomayo, se había advertido la posibilidad de una crecida desde Villamontes (estación que se encuentra en Bolivia). La anticipación de las aguas que bajan en crecida unas 36 horas después a tierras salteñas permitió avisar de la posible crecida a las poblaciones asentadas a lo largo del río.
Pero finalmente el agua bajó y no hubo problema de crecidas.
