A través de un comunicado de prensa cafayateños de los Trabajadores de Medios Unidos, expresaron su repudio por lo que consideraron "el destrato de funcionarios de la Municipalidad de Cafayate hacia trabajadores de la comunicación". De este modo, hicieron conocer públicamente que la mayoría de los medios se vieron afectados en sus labores durante la transmisión de la 50ª edición de la Serenata a Cafayate por la falta de referentes en el sector Prensa institucional del festival. Asimismo, reclamaron el incumplimiento de lo pautado con la comuna en términos operativos
La misiva sube en decibeles, al denunciar además "situaciones de destrato y faltas de respeto que se generaron durante los cuatro días del festival como ser el impedimento en primeras instancias de la libre circulación de los periodistas o técnicos hacia el exterior del predio y su reingreso. También hubo que solicitar a los organizadores la habilitación de baños para la prensa, lo que recién se cumplió pasada una jornada de trabajo y no siendo exclusivo". También el impedimento del ingreso de comida y bebidas al sector de prensa para los profesionales que se encontraban trabajando durante al menos 10 horas en el predio.
Por sobre todo, los comunicadores y comunicadoras locales, reclamaron el destrato precisamente con la prensa local: "pese a que no hubo una pauta que comprometiera a cubrir y publicitar la Serenata a Cafayate, los medios locales invirtieron su tiempo y dinero en impulsar la transmisión en vivo con recursos enteramente propios", lamentaron.
Por si fuera poco, no fueron los únicos en expresar su malestar, sino además, varios artistas denunciaron haber sido maltratados y discriminados por parte de los organizadores del evento. Entre los testimonios recogidos se destaca el relato de las integrantes del dúo cafayateño Iskay Huayra, Fernanda Cata Cata y Ema Díaz, quienes aseguran que se les negó el acceder al baño antes de su presentación y se les negó hasta el agua al terminar su actuación.
En primera persona
"Lo que a nosotros nos pasó, en primer lugar fue que no nos dejaban ni siquiera pasar al baño porque había otros artistas que pidieron exclusividad del uso de los camerinos y demás y no nos dejaban pasar al baño 5 minutos antes de tocar", relató una de las afectadas. Además, se denunció que los bailarines de un ballet tuvieron que cambiarse en la calle debido a la falta de camarines disponibles.
Ante esta situación, los artistas afectados han decidido convocar a otros colegas que hayan sufrido situaciones similares para elevar una nota de reclamo a la presidenta de la comisión de la Serenata a Cafayate. Se busca identificar a las personas responsables de este maltrato para que se tomen medidas correctivas y se garantice un trato digno a todos los participantes del evento.
