Vecinos de barrio Villa Mitre, Manjon Viejo, El Jardín y barrios aledanos, reclaman hace más de tres años a Aguas del Norte o la Municipalidad soluciones porque viven con sus calles entre ríos de fluido cloacal que contaminan toda la zona que vice en medio de un lodazal de barro y charcos eternos foco infecciosos para el dengue y hoy también el coronavirus.
Denuncian que en los últimos días con la crisis sanitaria por el COVID-19, Aguas del Norte parece que no está trabajando por la cuarentena "cuando los vecinos pagamos religiosamente las boletas inclusive con aumentos".
"Desde por la avenida Italia al 1.400 hasta avenida Artigas al 300 corren rios y manantiales de fluidos cloacales que llegan hasta la bifurcación con avenida Las Américas, y se junta con otro manantial de agua potable que sale de la Planta Hormigonera o de aridos que pertenece a la Municipalidad de Salta", dice José, un vecino que envió el video para esta nota que comprueba su reclamo.
"El desperdicio de agua potable es increible y se mezcla con las aguas servidas. Para más datos, el agua potable fluye a raduales precisamente desde el pasaje Los Cardenales desde las veredas de las casas 16 y 18 a la altura de avenida Italia al 1400 y se junta con los liquidos cloacales que corren a lo largo de la avenida Artigas. Es decir que las calles que rodean al Centro de Salud N° 6 de Barrio Manjón están inundadas de aguas contaminadas" explica.
En el video enviado a Nuevo Diario se muestra como las aguas servidas bajan por esas transitadas avenidas y se mezclan con pérdidas de agua potable desde adentro de la Planta de Áridos de Municipal pegado a la Cerámica del Norte, ubicado en la bifurcación de Avda. Artigas y Las Américas en la zona Este de la ciudad de Salta.
Estos fluidos hace que transitar por esas calles en bicicleta o motos sea una experiencia de olores nauseabundos por el agua de cloacas que baja hace años sin cesar, hasta perderse en el canal de la bifurcación al lado de Mati Pollo, o incluso este manantial de agua potable y servidas continúa su recorrido a lo largo de toda la cerámica.
Los desbordes de agua y perdidas de líquidos cloacales se dilatan en el tiempo, están así hace varios años. Cada tanto Agua del Norte parece que arregla pero a los días vuelven las perdidas por lo que el manantial es permenente.
"Pasan los intendentes (actualmente gestión Bettina Romero) y las gerencias de las empresa público-privada del agua. Todos ignoran el problema y con la situación sin remedio, genera asco e indignación entre los familias y vecinos que transitan a diario por esas vías", concluyen en su reclamo.