Entre el viernes y sábado pasado, 30 familias fueron evacuadas y unas cien personas se vieron afectadas por el desborde de los arroyos Garanguay, Durazno y Manzano, y los ríos San Alejo y Cabral. Los barrios más afectados fueron 20 Viviendas, El Jardín, El Balcón de Getsemaní, Santa Mónica y Santiago Apóstol.
Apenas ocurridos los hechos, Sumbay reclamó públicamente el atraso del pago de la certificación de obras del último tramo de la canalización del arroyo Guaranguay con su respectiva pasarela, del Plan de Mínimas destinado al encauzamiento de arroyos y ríos, y del adelanto de coparticipación que pidió para poder responder ante este tipo de eventualidades.
“El municipio está en una situación financiera crítica. Las obras de canalizaciones de los arroyos que desbordaron están paralizadas por la falta de envío de dinero de la provincia para la certificación de obras. No me liberaron los fondos de adelanto de coparticipación, ni los fondos del Plan de Mínima que se firmó a principio de enero para el encauzamiento y defensa de los arroyos.
Hice las presentaciones correspondientes y nunca liberaron los fondos y esta situación es consecuencia de ello”, explicó Sumbay. No obstante, Mario Cuenca, secretario del Interior del Gobierno provincial, se presentó en el municipio a primera hora de la mañana del sábado y recorrió junto al intendente las zonas críticas y a los barrios que sufrieron inundaciones.
En la oportunidad Cuenca volvió a comprometerse en reunir a Sumbay con funcionarios responsables de tramitar los pagos. “Nos sentimos abandonados porque en La Caldera nunca se hicieron las obras que hacen falta. Siempre se hicieron parches. Lo que ocurrió es el resultado de malas gestiones y falta de compromiso con el caldereño.
No queremos que esto siga ocurriendo verano tras verano. Vamos a seguir insistiendo en los fondos y en las obras que hacen falta”, expresó el jefe comunal. En otro orden de cosas Sumbay recordó que por primera vez en La Caldera se aplica un protocolo de emergencia.
“El organizarnos nos ayudó bastante a resolver las primeras emergencias y continuar trabajando en el encauzamiento de los arroyos y despeje de sedimentos de las calles. Cuando llueve en los cerros en cualquier momento puede llegar la crecida de los arroyos que lo hace en forma violenta y rápida”, dijo, luego de agradecer la colaboración de Asistencia Crítica del Gobierno provincial, Aguas del Norte, Vialidad Nacional y a las empresas Súper Cemento y Martínez que aportaron maquinarias para el trabajo.