“La traba viene a que son dos jugadores que hay que contratarlos como si fueran refuerzos, no es que se reincorporarían. Entonces nos ocupan los dos cupos y hay que retomarlos con salarios que Juventud no está en condiciones de afrontar” contó el presidente de Juventud, Gustavo Klix, en diálogo con Nuevo Diario.
El drama de los cupos es que el técnico Salvador Mónaco, contó Klix, "pidió un 6 y un 9", donde el defensor elegido es Diago Giménez, que "tiene todo arreglado y está a la espera"; y el delantero García, pero "con él también está Buruchaga, manejados por el mismo representante (Luis Andreuchi). Él está negociando para sus jugadores, nosotros por el bien de Juventud, y es ahí que no nos ponemos de acuerdo”, sostuvo el titular antoniano.
- “Yo no tengo absolutamente nada en contra de los jugadores, que para mí son de jerarquía y en estos momentos nos vienen bárbaro. Pero hay unos aspectos legales con el representante que son complicados”, remarcó el presidente del "Santo".
Tras esto, amplió: “Hay muchas cuestiones legales que estamos tratando de resolver con dos abogados desde hace dos semanas, para encontrarle la vuelta lo mejor posible. Pero no podemos seguir hipotecando a Juventud. Si se adaptan a nuestras disposiciones y posibilidades, perfecto; y si no, buscaremos otro jugador y ellos tomarán los pasos que consideran necesarios a seguir”.
Y aquí surge otro problema. Al tener la deuda por los salarios atrasados y los problemas de vivienda a resolver, “dicen que el representante tiene todas las cartas listas para que, en caso de no arreglar, él actúe convenientemente. Está bastante complicado”, cerró Klix.