Un control de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) suspendió a los choferes cuando la unidad llevaba pasajeros desde Buenos Aires hacia La Plata.
“Creemos que es necesario que las autoridades definan esta zona gris de la normativa para resguardar la honorabilidad de nuestros empleados y dar seguridad y certeza a nuestros clientes, considerando adicionalmente las costumbres de nuestra zona del Norte Argentino”, indica un comunicado de La Veloz del Norte, empresa a la que pertenecen los choferes sometidos al test.
El domingo 30 de setiembre, tres unidades de esa empresa con seis conductores salteños, jujeños y bonaerenses, dos por unidad, fueron sometidos a un control de CNRT.
A cinco de ellos les dio positivo el resultado, por tener el hábito del coqueo. Ante esta situación se los reemplazó por otros cinco conductores para cumplir con el servicio. Así, el viaje previsto a las 7 salió con demoras a las 14 horas aproximadamente.
Según detalla la empresa, en total fueron 11 choferes los sometidos a control y cinco los conductores que quedaron suspendidos preventivamente de acuerdo a lo que indica la norma, hasta tener los resultados finales del organismo de control.
En su defensa, la empresa se defiende afirmando que por ser del Norte Argentino, donde el consumo de la hoja de coca es cultural, los conductores no están ajenos a esa costumbre y se encuentran amparados por la Ley Nacional 23.737, la cual contempla en su artículo 15 que: “La tenencia y el consumo de hojas de coca en su estado natural destinado a la práctica del coqueo o masticación, o a su empleo como infusión, no será considerada como tenencia o consumo de estupefacientes”.
Asimismo, para avalar la posición de la empresa, citan que el informe de la Unidad de Control Psicofísico de la CRT llamado “Hábito de Coqueo y la conducción profesional en el transporte de pasajeros de larga distancia”, señala que “no puede establecerse que la coca represente un perjuicio para los conductores según las variables médicas analizadas”.
Sugiere, además, “desarrollar planes de promoción de la salud sobre el consumo de la hoja de coca”. El estudio realizado en una muestra de 898 sujetos, 296 casos (33%) indicaron que consumen hojas de coca, lo que resulta significativo de ello es que sólo el 5,67% de los conductores evaluados tiene como destino final la región del noroeste argentino, mostrando por ende que el hábito de mascar hojas de coca se expandió considerablemente entre los conductores de distintas empresas y regiones.
El 95% de los choferes coquean
Un caso similar se registró en el 2016 cuando cuatro conductores fueron demorados en Bahía Blanca y no pudieron seguir viaje a Bariloche, con unos 300 egresados a bordo de cinco micros.
Los involucrados recurrieron a ese argumento para intentar refutar ante la justicia el resultado positivo para el uso de cocaína que arrojó el testeo realizado en plena ruta 3. No solo los choferes aseguran que esa práctica es muy común, sino que lo admiten médicos laboralistas y en la propia Comisión Nacional de Regulación del Transporte.
La recurrencia a ese tipo de estimulante, generalmente mezclado con la yerba mate o el té, es para mantenerse despiertos y afrontar largas horas de viaje, a veces, por encima de los topes fijados por ley.
“El 95% de los choferes lo hace” se defendió Mario Vallejos, uno de los cuatro conductores de la empresa Plusmar, sorprendidos en Bahía Blanca, en un operativo coordinado por algunos padres de los alumnos del Nacional Buenos Aires con inspectores bahienses.
“Todos coqueamos y si fuera ilegal, no se vendería en negocios, ni el té ni la hoja”, argumentó, tras asegurar que en la compañía para la que trabajan lo sabe. Una fuente de la CNRT le confió que la práctica es muy común, especialmente, en el Norte del país e incluso algunas empresas les proveen a sus propios choferes las hojas de coca.
“El efecto que se busca al mascarlas es mantenerse despierto y la mayoría de los choferes lo hace”, coincidió Mónica Nápoli, toxicóloga del Hospital Santojanni.