El juicio se llevó adelante en el Tribunal Oral Federal integrado por los jueces Liliana Snopeck, Marcelo Mario Almaraz, y Federico Santiago Díaz.
El fiscal de juicio Francisco Snopeck había solicitado 8 años, pero el tribunal dictó una condena de siete años, casi el mínimo que se sentencia por un homicidio, valga la comparación para vislumbrar la gravedad del delito.
El hecho
La avioneta fue encontrada, en agosto del año anterior, con 40 kilos de droga en su interior, mientras que los pilotos tenían en su poder cuatro ladrillos que pesaban algo más de 4 kilos.
Torrico y Suárez Torrez, fueron encontrados al día siguiente que los lugareños escucharon el sobrevuelo de la aeronave, estaban en una zona de montes con un GPS en su poder y la droga a pocos metros de ellos.
La avioneta estaba preparada para iniciar vuelo hacia Bolivia, pero al intentar aterrizar sufrió un desperfecto en el tren de aterrizaje además que el terreno estaba muy húmedo, lo que impidió que despegara y además hizo que se hundiera.
Suárez Torrez declaró que había sido contratado por un hombre de apellido Vargas, quien le pagaría mil dólares por una semana de fumigar campos en Anta. Esto quedó desestimado ya que la avioneta tenía antecedentes desde el 2009 de transportar cocaína en el Estado Plurinacional de Bolivia.
El fiscal Ricardo Toranzos, en la requisitoria de elevación a juicio fundamentó la responsabilidad de los pilotos en el delito de tráfico de drogas.
