Están siendo juzgados por el secuestro de 269 kilos de cocaína, concretado el 13 de febrero de 2016 cerca de la localidad de Taco Pozo, en la provincia del Chaco, que queda entre los límites de Salta y Santiago del Estero. El juicio continuará el 2 de mayo próximo.
En el banquillo están también su hermano Rubén Maurín, Jesús Gerónimo (hermano del también ex concejal de Salvador Mazza Mauricio Gerónimo, prófugo), los hermanos Sergio y Darío Velarde, Francisco Moreno y José Martín Melgarejo, Gabriel Alejandro Maurín, que presidió el Concejo Deliberante de Salvador Mazza.
Entre los testigos de la víspera, declararon gendarmes que participaron del allanamiento en una casa en General Güemes, donde se secuestraron celulares, chips y documentos a nombre de Velarde (sería Sergio, aunque los testigos no lo precisaron) y Moreno, quien es tío de los hermanos Velarde.
El gendarme Mario Damián Benítez contó que secuestraron tres celulares comunes, uno marca Nextel y uno satelital, además de tres GPS y “documentación de avioneta” que “conforme a lo que yo vi en los papeles, era boliviana”.
El dato de la avioneta resulta interesante porque la acusación sostiene que la droga era ingresada al país mediante vuelos ilegales que arrojaban sus cargamentos en el departamento Anta, en la finca Los Rosales, donde era acondicionada y distribuida.
El operativo Febrero Blanco, tuvo su punto cúlmine el 13 de febrero de 2016, cuando Gendarmería detuvo a Melgarejo, que conducía un camión con la carga de cocaína, y, en otros procedimientos fueron detenidos los otros involucrados, salvo Mauricio Gerónimo, que sigue prófugo.
En la investigación se llegó a la conclusión que los hermanos Maurín eran quienes recogían la droga arrojada desde el aire.
De hecho, ayer el abogado Matías Adet, que defiende a los Velarde, Moreno y a Alejandro Maurín, pidió al tribunal que dé a conocer su decisión sobre un pedido de los abogados Augusto Mogrovejo y Marín Olari Ugrotte, de la querella de la Unidad de Investigación Financiera (UIF), para que declaren los gendarmes Oscar González y Marcelo Farías, quienes vieron entrar y salir a la finca Los Rosales (alquilada por Sergio Velarde) al camión que luego llevaba la droga.