Los triunviros destacaron la contundencia del paro nacional y reclamaron el cambio de la política económica ante “el fracaso del modelo”. Por el contrario, desde Nueva York, el presidente Mauricio Macri felicitó a los que fueron a trabajar “contra viento y marea”.
“Si no hay plan B desde acá decimos que tampoco habrá tregua”, afirmó con el rostro adusto el triunviro Juan Carlos Schmid. La frase la pronunció durante la conferencia de prensa que brindó la conducción de la CGT sobre el cuarto paro general que decretó la CGT. Acompañados por buena parte del Consejo Directivo, reclamaron el cambio de la política económica.
La conferencia que brindaron los triunviros se realizó poco después del mediodía en el histórico edificio de la CGT. A esa altura ya se podía definir la contundencia de la medida de fuerza que, a decir verdad, le fue casi arrancada a la conducción cegetista hace un mes atrás en medio de una fenomenal corrida cambiaria y, como tal, una depreciación del peso que destruyó el poder adquisitivo de los trabajadores.
Los informes sobre el paro
Según las estimaciones acerca del acatamiento del cuarto paro genera de la era Macri, todas coincidieron en que señalar fue un paro contundente en todo el país y con alto acatamiento según los dirigentes sindicales.
Los informes fueron remitidos por las diferentes regionales de la central obrera pero en esta oportunidad llegaron a la conducción del Frente Sindical para el Modelo Nacional (FSMN) y que mostraron la fuerza de la medida en las diferentes provincias, incluso en aquellas donde los gobernadores oficialistas intentaron desprestigiar la protesta que tiene como eje el rechazo al modelo económico y el ajuste que sufren los trabajadores.
La conducción de la CGT reivindicó el cuarto paro general de ayer martes que le hizo al gobierno de Mauricio Macri, al calificar de “contundente” a la medida de fuerza, mientras desde el Poder Ejecutivo advirtieron que si hubiese funcionado el transporte público "la mayor parte de la población estaría trabajando".
El paro se desarrollaba desde los primeros minutos de ayer sostenido principalmente por la adhesión de los gremios del transporte público, tanto en la Capital, el conurbano y las principales ciudades del país y contó apenas con escasas manifestaciones callejeras y piquetes en algunas provincias.
A modo de portavoz del pensamiento oficial sobre los alcances del paro, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, aseguró en Bariloche que el paro de la CGT no habría tenido repercusión “si hubiesen estado funcionando los servicios de colectivos”.
“Si hubiera servicio público de transporte la mayor parte de la población estaría hoy trabajando. Flybondi está funcionando y sus operarios y los pasajeros se las arreglaron para trabajar y viajar. Todos se las arreglaron para ir”, indicó el ministro.
En tono conciliador, el jefe de la UTA, Roberto Fernández, aseguró que la medida "es fuerte, con el servicio de transportes paralizado en todo el país", aunque aclaró al mismo tiempo que “para los trabajadores hacer un paro es sufrir, no es un partido de fútbol”; al mismo tiempo pidió al Gobierno una “gran concertación”.
Lo mismo ocurrió en la mayoría de las provincias, donde la falta de transporte público provocó los mayores -y previsibles- trastornos en la actividad habitual.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, advirtió temprano que la decisión del gobierno nacional era que "no haya cortes", algo que en buena medida se cumplió ante la escasa incidencia de sectores de izquierda, que sólo perturbaron el tránsito en el Puente Pueyrredón en horas de la mañana.
Moyano, Yasky, Micheli y Palazzo satisfechos
El moyanismo dio su propia conferencia en el cuarto piso de la sede de Camioneros de la calle San José 1781. "Lo más doloroso y lo que más bronca te da ver a Macri bailando con sus mandantes cuando tiene un paro nacional. Te responde bailando con el Fondo", subrayó Pablo Moyano. "Dijimos el paro no es contra Macri, es contra el FMI y quedó claro quien manda en el país", enfatizó.
Su padre, Hugo Moyano, quien se sumó a la conferencia que habían iniciado las CTA y Pablo sobre el final, dijo que el balance es "altamente positivo" y consideró que "es una demostración del pueblo argentino que está por encima de los dirigentes".
"Hemos vivido momentos importantes de ver cómo la gente se sumaba a esta protesta, y momentos humillantes como los que nos hizo pasar el Presidente, bailando, sabiendo que el pueblo está protestando por el hambre. Eso es humillante, eso es el Presidente que dicen algunos que todavía tiene el apoyo de la sociedad, yo no lo creo", dijo Moyano.