De este modo, Marcelo Navajas estará en prisión por tres meses, mientras que los demás imputados lo harán por un lapso de seis, tras ser acusados de haber comprado con sobreprecio equipos de manufactura española para tratar el coronavirus
“El juez ha determinado la detención preventiva para (el ex ministro) Marcelo Navajas, Geovanni Pacheco, Fernando Valenzuela y Luis Fernando Humerez en el penal de San Pedro”, informó a la prensa el fiscal Ruddy Terrazas.
Tras una audiencia que se prolongó por casi 12 horas y concluyó en la madrugada de hoy, el juez decidió también el arresto domiciliario de dos funcionarias del Ministerio de Salud que tuvieron relación con esta compra. En la evaluación del caso se tomaron en cuenta las cartas cursadas entre el Ministerio de Salud y la agencia de compras y contrataciones de ese despacho.
El ex ministro “ha autorizado este proceso”, sostuvo el fiscal Terrazas.
Rosario Canedo, abogada de Navajas, alertó que su defendido padece de una enfermedad cardíaca grave y que su estadía en prisión representa un riesgo para su vida.
Navajas fue destituido el pasado miércoles por la presidenta Jeanine Áñez, tras revelarse que los 170 respiradores adquiridos para encarar la pandemia no eran adecuados para las unidades de terapia intensiva de los hospitales bolivianos. Tras la detención de Navajas, el ministerio de Salud estará a cargo, de forma interina, por la viceministra de Salud, Heidi Roca.
Informes posteriores indicaron que por estos equipos de fabricación española se había pagado un sobreprecio, al haber sido adquiridos a un precio unitario de 27.683 dólares, cuando otras empresas los ofrecían por entre 9.500 y 11.000 euros (10.312 a 11.941 dólares). La compra se realizó con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por lo que dos empleados del organismo internacional también han sido convocados a declarar.
El escándalo comenzó el pasado fin de semana con el reclamo de los médicos de cuidados intensivos, que denunciaron que las máquinas no eran adecuadas para las unidades de terapia intensiva de los hospitales bolivianos. Luego surgieron los informes de que se había pagado sobreprecio.
Este escándalo se registra en medio de una expansión del COVID-19 en Bolivia que hasta la fecha ha contagiado a cerca de 5.915 personas y provocado unos 240 decesos.
Con información de AFP y EFE