Morales, había sido condenado el 31 de octubre de 2014 a la pena de tres años de prisión condicional y siete de inhabilitación para conducir por el homicidio culposo de Marcos Córdoba, de 9 años, hecho ocurrido el 12 de agosto de 2007, en la avenida Ex Combatientes de Malvinas, a la altura de Parque La Vega.
En este nuevo juicio la fiscalía trataba de probar que Morales en enero 2018 fue visto bajar de un auto que conducía, sin embargo y pese a presentar testigos que vieron al acusado, el juez Marcelo Rubio, decidió absolverlo por el beneficio de la duda.
Morales es culpable del homicidio de Marcos Córdoba, hijo del referente de la Comisión de Padres contra la Impunidad y concejal, Raúl Córdoba (de Salta tiene Futuro), quien llevó adelante una dura batalla por justicia para su hijo, por la cual primero debió esperar siete años para que el Poder Judicial lleve el caso a juicio.
Más allá de que esta pena, dictada por la Sala V del Tribunal de Juicio, compuesta por las juezas Milagro López, Mónica Faber y Mónica Mukdsi no lo dejó conforme, a los dos años, en 2016, Córdoba presentó una fotografía en la que Morales aparecía al volante de un vehículo nada menos que en la zona de la Ciudad Judicial, pues coloca aire acondicionado en las distintas dependencias.
Ante este quebramiento de la pena impuesta, Córdoba recordó que realizó la presentación del caso para pedir que la condena sea revocada.
“Hicimos la presentación al tribunal de juicio y solamente se le retuvo un carnet que no tendría que haber tenido.
Luego, volvió a tener el carnet de habilitación para conducir en Rosario de Lerma. Nosotros creíamos que eso era suficiente como para que se le aplique la prisión efectiva.
Sin embargo, el tribunal por considerar que no estaba firme la condena, le retiran solamente el carnet”, señaló en ese momento el edil.
Morales en una pizzería del sur
Dos años después, el 26 de enero de 2018, otro episodio volvió a poner a Morales en el ojo de la tormenta, pues dos personas dijeron haber visto descender de un auto que conducía a la altura de una pizzería ubicada en el barrio Intersindical, en la zona sur de la ciudad.
La denuncia llegó a manos del entonces fiscal penal 7 y ex ministro de Seguridad, Maximiliano Troyano, quien inició la investigación penal, pero la misma no avanzó con el ritmo que el sistema acusatorio, ya vigente, exigía, tanto es así que finalmente el fiscal se fue sin firmar el requerimiento de juicio contra Morales.
Ese acto, realizado luego por el fiscal penal, Pablo Paz, llevó el caso a juicio, programado para marzo pasado por el delito de quebrantamiento de pena, establecido en el artículo 281 bis, del Código Penal, el cual establece una escala penal de 2 meses a 2 años de prisión.
Obviamente, la declaración de la pandemia por el coronavirus, frenó la realización del debate que, el martes a la mañana, finalmente comenzó y terminó en cuestión de horas bajo la dirección del juez, Marcelo Rubio, de la misma Sala V del Tribunal de Juicio.
Finalmente resultó absuelto
El debate concluyó con un fallo de absolución para Morales, quien de esta manera vuelve a salir beneficiado por los jueces penales, quienes conocen a Morales, pues por su oficio de técnico en refrigeración, es la persona que cuida que sus despachos tengan la temperatura deseada.
En el debate, el fiscal Paz pidió una condena de 6 meses de prisión condicional, pues entendió que la declaración de dos testigos era contundente para condenar a Morales, sin embargo, el juez se mostró más conforme con el alegato del defensor, el abogado, Marcos Gorriti, quien reclamó la absolución lisa y llana a partir del testimonio de dos familiares y un amigo, quienes favorecieron al acusado.
Esto sumado a las propias palabras del acusado de que nunca manejó, incluso desde antes de ser condenado, convencieron al juez Rubio de que debía absolverlo, sentencia que terminó por dictar, con lo cual volvió a favorecer al conductor, cuya única condena, pese a los 13 años transcurridos desde la muerte de Marquitos, aún no se encuentra firme.
