Mendieta se reunió ayer con el mandatario salteño tras denunciar públicamente que recibió amenazas de muerte y contra su familia mediante llamadas telefónicas, mensajes y en redes sociales.
Además de brindar su solidaridad a la diplomática, como así también hacia el pueblo boliviano, ante la profunda crisis institucional que atraviesa el hermano país, también dispuso se refuerce la seguridad en la sede del Consulado, y en la casa y los bienes de la representación boliviana en Salta.
Mendieta comentó la situación en Bolivia, “que está totalmente convulsionada” y atribuyó las amenazas a su persona a “gente no identificada, que actúa cobardemente desde las sombras”.
Agradeció al Gobernador su predisposición y las acciones dispuestas para garantizar la seguridad de los representantes del Gobierno boliviano en esta ciudad.
Por instrucción del gobernador Urtubey, los ministros de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, Marcelo López Arias y de Seguridad, Carlos Oliver, dispusieron las medidas necesarias tendientes a resguardar a las autoridades en la sede del Consulado.
La denuncia pública de la diplomática y dirigente del Movimiento al Socialismo (MAS) se enmarca en la grave crisis institucional que atraviesa el vecino país, cuyo ex presidente Evo Morales renunció el domingo pasado.
Mendieta explicó que tiene "una mamá diabética y enferma" a la que "quieren atemorizar", tras lo que sostuvo que no está a favor de la violencia, "venga de donde venga", sino "a favor de la paz y la tolerancia" y aseguró que "nunca" le hizo daño a nadie .
"Respeté y luché contra la violencia de la mujer y todo tipo de violencia, como servidora pública, y lo digo con la frente muy en alto", dijo la diplomática boliviana, quien agregó que "muchas veces hasta me convertí en amiga de mis compañeros opositores en la Cámara de Diputados".