La actual gestión que encabeza el gobernador Gustavo Sáenz debió recurrir al período de gracia establecido de 30 días para afrontar dicho pago; de lo contrario, la Provincia entraría en default. El endeudamiento en moneda extranjera es el que más compromete a la administración de Sáenz y aún esta más complicada por efecto de la pandemia del coronavirus, que produjo una fuerte caída de los ingresos fiscales propios así como los de la coparticipación. La deuda en mercados internacionales en dólares mediante dos bonos, uno al 2022 con garantía hidrocarburífera, cuyo pago fue cumplido con los respectivos intereses en junio de este año, surgen del Gobierno de Urtubey que le dejó una pesada herencia a su predecesor.
El ministro de Economía y Servicios Públicos, Roberto Dib Ashur, ante el crítico panorama, está encarando una reestructuración de la deuda global, que incluye capital e intereses. Pero se informó que el ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, le puso un freno a esas gestiones, tal como sucedió anteriormente con la deuda que afronta el Gobierno de la Provincia de Río Negro, que no pudo hacer frente a un cupón de intereses por US$ 11 millones. La gobernadora rionegrina Arabela Carreras habló con el presidente Alberto Fernández, ocasión en que ratificó esperar el acuerdo de Nación. “Tiene más capacidad de discusión y será beneficioso para los rionegrinos”, sostuvo.
En caso de que Salta no abone en agosto su deuda, será la primera vez que la Provincia incumple un compromiso de pago de este tipo, con bonos emitidos en dólares en el mercado internacional.
En Salta, el bono 2024 por 300 millones de dólares a una tasa de 9,125% se originó en 2011 cuando el entonces jefe de gabinete Carlos Parodi, destacaba el emprestito cuando otras provincias se endeudaban a una tasa mucho menor. Cabe recordar que provincias de Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Chubut, Formosa, Misiones, Río Negro, Tucumán y las Municipalidades de Córdoba y de la Ciudad de Buenos Aires, tienen situaciones comprometidas con sus deudas. Lo mismo ocurre con Chubut y Salta, comprometidas por su alta exposición al endeudamiento en dólares, según detectó un análisis del IERAL (Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana) de la Fundación Mediterránea.