Antes de ingresar al Santuario, Ariel Guaymás, quien realiza el periplo desde hace diez años desde Molinos, contó a Nuevo Diario que peregrinan desde hace cuatro días y medio. Para él “la peregrinación es la vida misma donde hay errores, situaciones complicadas y hay que ayudar al hermano y es muy linda sensación”.
“Salimos el domingo por la tarde, al principio estábamos asustados porque corría mucho viento, pero igual partimos. Peregrinar es algo único. Les digo a los salteños que se animen a vivir esta experiencia”, dijo Fernando, otro devoto que peregrina por tercera vez.
Los peregrinos de Molinos fueron recibidos hoy en el barrio Santa Ana con un desayuno y en COFRUTHOS con un pequeño refrigerio.
También llegaron al Santuario los peregrinos de Catamarca con sus bicicletas, las que fueron bendecidas por los sacerdotes presentes.