La apertura oficial de las paritarias estatales se realizó con empresarios, intendentes y gremios de los distintos sectores que componen la Administración Pública Provincial.
Los gremios ya manifestaron su rechazo a la oferta y hablan de la posibilidad de ir con una negociación que sea convocada según la evolución del índice inflacionario. La semana que viene se prevé contar con las nuevas reuniones para discutir los números.
El ofrecimiento que volcó el jefe de Gabinete de la provincia, Fernando Yarade, fue de un 5 por ciento en marzo, igual porcentaje en junio, en agosto avanzar con un 3 por ciento, y en octubre y diciembre con un 5 por ciento en cada uno de esos meses respectivamente.
Yarade sostuvo que se debe reconocer que la provincia fue una de las que más aumentos otorgó el año pasado, al llegar al 37,5 por ciento en los salarios de los empleados estatales.
La pauta inflacionaria para ese año era de un 15 por ciento según las expectativas (bajas) del Gobierno nacional. Este año, el Gobierno provincial también basó su propuesta en las proyecciones inflacionarias del Gobierno nacional al ofrecer el 23 por ciento.
Ante la experiencia que tuvieron, el titular de AMET, Vidal Alcalá, indicó que ahora se buscará que se aplique la cláusula gatillo como se estaría logrando en otras provincias. Esto implicaría que cada vez que se tenga un nuevo índice inflacionario, los gremios vuelvan a ser convocados.
Por su parte, Yarade insistió en que la provincia logró incrementar el poder adquisitivo de sus trabajadores en un 26 por ciento entre los años 2008 y 2015. Sin embargo, se entendió que hubo una pérdida del salario en los últimos tres años.
El funcionario volvió a insistir con la idea de la provincia de "mantener el poder adquisitivo" de los trabajadores. Por su parte, los gremios sostienen que la pérdida del poder adquisitivo aún está muy por encima de los ofrecimientos salariales del año pasado, por lo que los primeros porcentajes a pagar en calidad de aumento en 2019 no cubrirán el porcentaje perdido.