El sacerdote se asume “peronista y con la conciencia limpia, tras la decisión que tomó hace 4 años, de presentarse como precandidato para la diputación por el departamento Capital. Esto le valió no solo el reproche de la Iglesia, sino la suspensión desde el 2015 hasta la fecha, si bien su mandato terminó el 20 de febrero de 2019.
“Cuando decidí ser candidato, el 20 de febrero de 2015 le presenté una nota al obispo Mario Cargnello comunicándole mis intenciones de ser precandidato a la diputación por el departamento Capital”, dijo Crespo y agregó que en la misiva le solicitó la dispensa, que es la licencia temporal en términos canónicos por el mencionado motivo.
“Como fundamento coloqué mi preocupación por que se perdiera todo lo obtenido, teniendo en cuenta mi trabajo en zonas vulneradas como Villa Asunción y aledaños, a causa del poder de los sojeros, y de las corporaciones hegemónicas que se juntaron para hacerlo presidente a Macri, para destruir todo lo que el peronismo había hecho”, analizó el sacerdote.
Además se señaló como “cura villero”, y dijo que aquellos ordenados que eligen como opción el trabajo con los pobres “somos peronistas”, y agregó: “Si hubiera sido candidato por el macrismo, no tendría problema”, advirtiendo que tras esta situación, podría existir de fondo cuestiones vinculadas a serias diferencias ideológicas.
Lo cierto es que la licencia de Crespo finalizó el 20 de febrero de este año, sin que hasta el momento haya respuestas concretas por parte del Arzobispado sobre su reincorporación.
“Durante estos 4 años, el obispo me ninguneó, nunca me llamó, él no sabe si me enfermé, si me alimento o cómo vivo”, detalló y agregó: “Primero estuve muy mal, y ya culminando estos 4 años, elevé mi situación al Papa Francisco pero no para pedir su intercesión, porque entiendo que cada diócesis tiene su independencia”, dijo y agregó que en la misiva “señalé que me sentía intrigado porque nadie me preguntó nada”.
Así pidió su readmisión al Ministerio: “Al enterarse el obispo Cargnello de esto, y en una carta me expresó que rige el principio de no innovar hasta que la Santa Sede dicte lo que va a pasar conmigo”, al tiempo que informó que no obstante ello, la semana que viene solicitará una audiencia con Cargnello para saber las novedades del tema.
“Uno se siente herido, discriminado”, dijo Crespo y señaló: “Lo más doloroso es que decimos con la palabra una cosa, y con los hechos es otra. Soy obediente, y haré lo que me diga el obispo, siempre estuve en contacto con la gente, nunca dije ninguna herejía sobre la fe”.
“Durante cuatro años esperé que Cargnello, como pastor me busque como oveja perdida, como va a la cárcel a visitar a los curitas (acusados de abuso)”, ironizó Crespo.
El concepto de “cristiandad”
Crespo también se refirió a los momentos sociales y económicos que atraviesa la provincia y el país, y opinó sobre el mensaje de Pascua de Cargnello del domingo pasado: “El obispo habló del poder, y de quienes se emborrachan en él”, e indicó que hay gente de la Iglesia que “también está borracha de poder”.
En ese sentido, Crespo trazó una diferencia en los conceptos sobre la cristiandad: “Hay gente que cree que no hay salvación por fuera de Cristo, pero esa es la mentalidad de una Iglesia de la edad media”. También analizó el tema de la despenalización del aborto: “Cuando hablé de que la ley del aborto es una cuestión civil, se mal interpretó, estoy en contra de la interrupción del embarazo, pero si tiene que haber una ley hay que respetarla”, dijo el cura que además señaló que el Papa Francisco se expresó al respecto, de manera similar, días atrás.
“Estoy tranquilo porque sé que no cometí ningún pecado, sino que hice lo que mi conciencia me pidió, y así me decidí a ser candidato”, finalizó Jorge Crespo, asegurando, además, que no tiene contemplado presentarse ahora a ninguna candidatura.