La noticia fue confirmada a Nuevo Diario, por el equipo de prensa del Ministerio que según indicó, regirá a partir del 27 de este mes.
Juan José Esteban asumió en el ministerio el 8 de septiembre de 2020, tras renunciar a la gerencia hospitalaria del Hospital Señor del Milagro, y en reemplazo de su antecesora Josefina Medrano, cuestionada duramente por el manejo del área en la parte más dura de la pandemia por COVID-19. Su equipo inicial de trabajo estuvo conformado por el médico Sergio Humacata en la Secretaría de Salud, y cuya pérdida irreparable en manos del Coronavirus, fue el primer golpe que debió afrontar la gestión, apenas asumida. En tanto, en la Secretaría de Administración y Finanzas, lo acompañó la contadora Marcela Tula, cuyo nombre estuvo en la lupa en numerosas oportunidades, por "designaciones VIP", y manejos irregulares en las gerencias hospitalarias de nosocomios del interior de la provincia.
"Piloto de pandemia"
Así, el funcionario salteño que se autopercibía como "un hombre que siempre estuvo en la trinchera, dando batallas en casos de gravedad sanitaria como es el de dengue y el cólera", se abrió paso en las decisiones cruciales para afrontar la pandemia junto a un conformado Comité Operativo de Emergencia con "el sincericidio" de la situación sanitaria como bandera. De esta manera quedó expuesta la crítica situación de un sistema (sobre todo hacia el interior provincial) y sus históricas demandas que se potenciaron al momento de buscar dar respuestas: falta de recursos materiales, humanos e infraestructura, sobre todo en el área de terapia intensiva.
Con una intensiva logística sanitaria, el recurso humano que llegó con refuerzos de Nación, y la posterior e histórica campaña de vacunación, la provincia finalmente pudo sortear una de las páginas más oscuras en la provincia, arrojando a la fecha un total de 140 mil contagios, y un registro de más de 2900 muertes desde el inicio de la pandemia.
Ministerio de puertas abiertas
Otro de los ejes que Esteban planteó desde el inicio de su tarea ministerial, fue el de configurar "un ministerio de puertas abiertas", misión que no pudo alcanzarse o al menos no en los términos esperados, tras los numerosos conflictos con distintos hospitales del interior, y un grave conflicto que alcanzó ribetes judiciales, con el único hospital que atiende temáticas relacionadas a la Salud Mental.
En ese sentido, el norte provincial resultó para Juan Esteban un derrotero sinuoso: la danza de nombres al frente de los distintos hospitales, particularmente el Juan Domingo Perón de Tartagal, y San Vicente de Paúl en Orán, con reclamos que denunciaban una realidad totalmente opuesta a la trazada inicialmente, con fuertes cruces y presentaciones que advertían sobre serios desmanejos en los fondos.
A esto se le sumó el último informe del ministro en la Cámara de Senadores de la provincia, espacio en el cual los legisladores criticaron la gestión del ministro Juan José Esteban a quien calificaron de "mentiroso" por ocultar el informe de gestión del Hospital Nuestra Señora del Rosario de Cafayate, pidiendo inclusive la intervención de Auditoría de la provincia.
La desnutrición que sigue doliendo
Fue a principios de este año cuando, al cumplirse dos años de la declaratoria de emergencia sociosanitaria en el norte de la provincia, fue el propio Esteban, en un atisbo de "sincericidio" reconoció que los índices de desnutrición y deshidratación en el Chaco salteño continúan siendo extremadamente preocupantes para la provincia. "Iniciamos el año con más muertes por desnutrición y complicaciones por deshidratación", decía, y sorprendentemente, era desmentido horas más tardes por el Secretario de Prensa del gobierno de la provincia.
A la dramática situación que persiste en las comunidades originarias del norte, se le añadió un capítulo que cobró repercusión nacional, luego de un recurso interpuesto por la Defensora del Niño de Nación, solicitando cifras reales y actualizadas sobre la situación en aquella zona, respuesta que fue largamente demorada.
Una gestión que nuevamente queda a mitad de camino y dejando un caliente sillón del ministerio, sin muchas respuestas a las demandas de siempre, y sobre todo, en medio de un conflicto con sus pares médicos, cuyo impasse curiosamente vence en idéntica fecha al fin de sus funciones.
