Así, el vecindario se convierte en el primer punto verde de la zona.
Carina Ledesma, referente de la comisión de vecinos, explicó que aún no cuentan con el servicio domiciliario municipal de recolección de residuos, por lo que junto al desarrollador que les vendió los terrenos hicieron cestos comunitarios grandes y los ubicaron en el boulevar principal que los divide del barrio UPCN, que sí tiene servicio municipal de recolección.
Sin embargo, los cestos comunitarios desbordan de residuos, lo que provoca que se dispersen y se conviertan en microbasurales.
"Cada dos días los cestos se llenaban y la basura quedaba tirada en el suelo y los perros se encargaban de desparramarla por todos lados. La comisión de vecinos tenía que limpiar y hasta quemarla por la cantidad, pero los vecinos de UPCN se quejaban por el humo a pesar de usar nuestros cestos", señaló Ledesma.
Para aportar soluciones, los vecinos se vincularon con CEOSOL, que dispuso de canastos para residuos secos (cartón, vidrio y plástico) que cuando se llenan son retirados para luego ser vendidos.
Más cerca de escriturar
En otro orden de cosas, Ledesma celebró que tras cinco años de gestiones y reclamos, en breve los vecinos podrán escriturar los lotes. Y es que ante la presión vecinal, MDay, el desarrollador urbanístico, y la Municipalidad se pusieron de acuerdo para entregar y recibir respectivamente, las calles, ochavas y espacios verdes.
"Como el desarrollador no realizó el cordón cuneta, la Municipalidad de San Lorenzo no quiso recibir la donación de los espacios verdes del barrio para prestar los servicios correspondientes. Pero después de las innumerables gestiones que hicimos logramos que el Concejo apruebe las donaciones y ahora podremos hacer nuestras escrituras", indicó.