“La Sociedad Rural y las demás federaciones que integran la Mesa de Enlace solo representan los intereses de los terratenientes y exportadores, y nosotros, que somos muchísimos más y generamos los alimentos de todos y todas las argentinas, no tenemos un espacio gremial en el que poder sentarnos a negociar”, agregó Leveratto.
Durante las dos jornadas de trabajo, las y los agricultores agrarios trabajaron para fortalecer su espacio, conocer sus realidades y aprender más sobre agroecología. El género y la juventud no quedaron de lado entre los temas del plenario.
Todos coincidieron en que las principales problemáticas del sector tienen que ver con la comercialización, ya que los intermediarios son los que compran sus productos a muy bajo precio y luego los venden al doble de ese precio, el acceso al agua, y sobre todo a la tierra que labran día a día, pero de la que no pueden disponer y por lo tanto deben pagar altos arriendos.
Acceso a la tierra
Por eso también se anunció que, además de la conformación de una Federación que los contenga y represente en sus necesidades y demandas, comenzarán, los próximos días con una lucha nacional para que se apruebe la Ley de Acceso a la Tierra, que ya tiene el visto bueno en ambas cámaras del congreso pero cuyo tratamiento, sin embargo, no avanza en el recinto.
“Queremos que nuestras familias tengan derecho a vivir y producir, y que dejen de pagar altísimos alquileres para que en lugar de eso, comiencen a pagar créditos que les permitan crecer”, esgrimió. Luego explicó que las tierras fiscales “deben ponerse al servicio de los trabajadores rurales para que podamos mejorar nuestras condiciones de vida y producción”.
Agrotóxicos
El intendente de la localidad anfitriona, Marcelo Moisés, que denunció junto a unos 400 pequeños productores de la zona los efectos desbastadores que provocan las fumigaciones con agrotóxicos sobre los campos de soja y algodón en las huertas aledañas debido a la denominada "deriva" que llega hasta otras plantaciones estropeándolas, participó de la apertura junto a autoridades del INTA y la Secretaría de Agricultura Familiar Campesina e Indígena de la Nación.
El jefe comunal sostuvo que acompaña la lucha y el proceso de los movimientos sociales, que son “parte del gobierno municipal, y que realizan un trabajo fundamental en lugares donde el Estado no llega o decidió retirarse”.
Moisés indicó que, mal que le pese a muchos, el Estado Nacional y las provincias “se deben una reforma agraria, que no significa quitarle nada a nadie, pero sí distribuir de otra manera la tierra para que todos tengan mejores condiciones de vida y derecho a techo y trabajo”.
Durante los dos días, los productores aprovecharon para compartir y vender los alimentos que producen a precio justo. Entre ellos, frutas, verduras, maní, conservas y otras producciones que realizan con sus propias manos.
Participaron representantes de las localidades Palma Sola, Perico, Santa Clara, Monte Rico, Pampa Blanca, Aguas Calientes, Chamical, Fraile Pintado y otras localidades de Jujuy. De Salta, las y los representantes de Campo Santo, Rosario de Lerma, Colonia Santa Rosa, Orán, Lipán (en el departamento Orán) y Apolinario Saravia. En ambas provincias hay más de 3.000 integrantes de esta rama de la organización.
