Rodríguez fue señalado por distintas personas del Valle de Lerma como un "falso cura" y acusado de utilizar la figura de religioso para infiltrarse en las casas para robar bienes materiales de quienes confiaban en su persona.
Con una vestimenta religiosa que escondía en su bolso, recorrió localidades de Salta y Jujuy simulando ser un sacerdote para poder estafar a todas las familias que creían que predicaba la palabra de Dios.
Según consignaron medios del Valle de Lerma. algunos testimonios manifestaron que el sujeto sustrajo dinero de los domicilios, robo elementos de valor e incluso en algunos casos vivió por meses en las casas de los vecinos alimentandose y aprovechandose de la bondad de las personas.
La ola de robos a los devotos cristianos llegó al punto que el Arzobispado de Salta tuvo que emitir un comunicado oficial desligandose de la figura de Rodríguez y publicaron carteles de advertencia en distintos espacios públicos de las localidades vallistas.
Tras ser detenido en La Merced, Rodríguex afrontó un juicio abreviado donde el Ministerio Público Fiscal fue representado por el fiscal Ramiro Ramos Ossorio.
La jueza Ada Zunino, luego de recibir la confesión del acusado, le impuso el cumplimiento de una pena de 1 año y 2 meses de prisión de ejecución condicional y el cumplimiento de reglas de conducta.
