OPINIÓN

Malos ejemplos políticos esperan su redención en tiempo del Milagro

La entronización de las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro realizadas días pasados, generan sensaciones -conmovedoras sensaciones-, tan arraigadas en los salteños, que por un momento dejan de lado la realidad, triste y preocupante realidad que se vive en estos días y dan paso a la esperanza y la fe que transmite el tiempo del Milagro que ya está próximo.

El “generoso” senador nacional Sergio “Oso” Leavy junto al otra vez candidato Ramón Villa.
El “generoso” senador nacional Sergio “Oso” Leavy junto al otra vez candidato Ramón Villa.

A la par conviven otras realidades: la de la esperanza, la de la supervivencia, la de la política que -una vez más- roba ilusiones en gran parte de lo que pasa en el país y particularmente en Salta.

En este caso, la política pone a la luz la circunstancia de que -otra vez- hay que concurrir a las urnas, en esta oportunidad, el 13 de agosto a votar en las elecciones PASO, para dirimir quienes serán los candidatos finalistas para las elecciones generales del 22 de octubre en el rubro presidente, legisladores nacionales y legisladores del Parlasur.

La sorpresa y no tanto, es que caras repetidas vuelven a ser candidatos de nuevo, ahora en el renovado rol de ser "los mejores preparados para ocupar una banca en la Cámara de Diputados de la Nación o en el Mercosur".

Lo que sí resulta extraño y no tanto, es que esas caras repetidas son caras y producto del resultado electoral del 14 de mayo en el que participaron y que resultaran perdedores de esa elección. Hay quienes piensan que estos cargos que se disputan el 13 de agosto son el premio consuelo o el "seguí participando", que a lo mejor entrás.

También están los que quedan de lado, más allá de su convicción, pasión, oportunismo, ven con mucha impotencia su imposibilidad de ser partícipes de esta contienda democrática porque “los de siempre” son los candidatos de su propia esperanza.

Hay ejemplos -malos ejemplos- que explican el porqué del hastío de la gente común, esa que tiene que seguir luchando por sobrevivir en esta pirámide inflacionaria que no se detiene y miran ya, con rabia y hasta con envidia el no poder ser parte del grupo de candidatos -repetidos candidatos- para lograr la tan ansiada estabilidad económica que brinda el ser político.

Claro, hay ejemplos -malos ejemplos- que dicen que no están por la dieta, que oscila desde más de $ 700.000 -en mano- de un concejal hasta los más de $ 1.800.000 de los senadores nacionales, pasando por los más de $1.500.000 de los diputados nacionales.

Se entiende porque el ciudadano común, ese que no puede ser legislador, vea frustrada esa posibilidad. Siempre van a estar los de siempre.

Como premio consuelo piden -al menos- tener un amigo político porque se sabe, hay legisladores nacionales que al estar en comisiones reciben un dinerillo para poder llevar adelante la actividad de esa comisión.

Lo grave, indignante, detestable es que -también- se sabe, hay casos, ejemplos -malos ejemplos- de lo que estas líneas delatan es verdad.

Sin ir más lejos uno de los casos es el del senador nacional, Sergio Napoleón "Oso" Leavy, quien próximo a cumplir 60 años el 22 de noviembre se desempeña como político con cargos de Diputado provincial de Salta (2.003-2.007), Intendente de Tartagal, (2.007-2.017), Diputado Nacional por Salta (2.017-2.019) y actualmente Senador Nacional por Salta (2.019-2.025). Participa en diversas comisiones y -obviamente- se rodea de asesores, en su caso de asesores políticos. Pregunta: ¿Qué es un asesor político?

Un asesor político es una persona, experto en un campo determinado, ya sea la comunicación, la estrategia política, el marketing, discursos, etcétera y acompaña, asesora, pero no es quien toma las decisiones. Es quien aporta soluciones concretas. Es quien ayuda a programar, planificar y conseguir objetivos.

El trabajo y la figura de un asesor puede llevar al éxito o al fracaso la carrera de un político; por ello, está claro que su labor es primordial. Para conseguir los objetivos, pondrá en práctica sus conocimientos y empleará varias estrategias tanto comunicativas como de marketing. Aún así, hay que dejar claro que el asesor no decide, no toma las decisiones políticas, eso siempre será responsabilidad y función del político.

En este caso, el listado que sigue recibe dinero, plata, pesos, de parte del senador Leavy por un asesoramiento que no es tal. La prerrogativa que tienen es ser allegados o amigos del legislador nacional, y que en ciertos casos hasta se podría entender si fueran afiliados al Partido de la Victoria, del cual el senador es presidente.

Juan Martín Castro, Categoría A7; Paola Alejandra Tenutta, A1; Alejandro Néstor Sansone, A2; Daniela Karina Bachi, A2; Claudio José Norberto Borobio, A2; Mónica Liliana Quintas, A2; Guillermo Manuel Fernández Pego, A1; Mauro Capelo, A1; Mariano Hernán Russo, A2; José Augusto Alzogaray, A2; Rubén Orlando Gorbal Mitanos, A8; Andrea Laura Gallardo, A2; José Alberto Roselli, A5; Rodrigo Javier García, A14; Tomás Albarracín, A2; Mabel Isabel Pérez, A3; Liliana del Valle Ramírez, A11 y Gustavo Adolfo Clérico, A2.

No es curioso entonces, encontrar entre estos nombres el del odontólogo del senador, que de paso, para estas 18 personas realizó una buena obra: la de darles una "mano" a este grupo, asignándoles un plan, plancito o como se le llame, siendo -al menos- para esta gente un legislador "buenito", excelente y generoso.

Claro que algún envidioso diría: "con la plata de otro (la nuestra), yo  también soy generoso".

                         NAG

 

 

 

 

 

 

 

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