También, y entre otros numerosos conceptos, el tribunal resaltó el grave daño que significó el hecho, pues se trata de una carga de pureza media alta, la que se traduce en millones de dosis, ya sea intravenosa o fumada, que habría derivado en un grave daño a la salud pública.
Amad también resaltó la tarea de los investigadores. Dijo que “los testigos fueron claros y sólidos respecto a lo sucedido en el 2013”. Por su parte, la defensa de Farfán, a cargo del abogado Mariano Sitelli, sostuvo que no había llamadas, sin embargo, cuando se escuchó en el debate tres conversaciones telefónicas, dos de ellas, revelaron indicios concretos de la participación de su defendido.
“Si se busca una selfie de Farfán al lado de la droga, no la vamos a tener, pues sabe muy bien que debe mantenerse lo más lejos posible de la prueba del delito”. No obstante, afirmó que durante el debate se dio a conocer pruebas directas que ubicaron al acusado en el lugar del hecho, como los informes de impacto de activación de antenas telefónicas.
“Es la tecnología la que lo coloca a Farfán en el lugar del hecho”, afirmó el fiscal, quien también resaltó el secuestro de bolsas de la finca de Farfán, las cuales son las mismas que se utilizaron para embolsar los paquetes de droga incautados.
Por último, el fiscal tildó de mentiras las justificaciones dadas por Farfán en el debate respecto a algunas pruebas expuestas en su contra, como así también destacó la conducta de fuga del mismo, pues aseveró que en Bolivia no sólo asumió otra identidad, sino también intentaba hacer lo mismo con su rostro.
