En dicha oportunidad, Reyes golpeó una mesa ofuscado y profirió insultos y amenazas. “Voy a romper los vidrios. Ya van a ver. Ustedes me conocen y saben que rompo vidrios y que soy capaz de todo. Los voy a matar a todos cuando los vea”, amenazó a los gritos.
Cuando los policías se arrimaron para reducirlo, simuló tener algún elemento punzante y a los golpes salió de la dependencia. En medio del forcejeo, el imputado golpeó en el rostro al jefe de guardia, quien cayó inconsciente.
Reyes, entonces, aprovechó y huyó. Corrió por la vía pública, a la vez que arrojaba objetos a los policías, los que le dieron alcance en Maipú al 50, donde lo detuvieron.
Por otro lado, José Luis Reyes fue denunciado por un incidente ocurrido en calle Aniceto Latorre al 1500 e Ibazeta. Esa tarde, el acusado arrojó un elemento contundente contra el parabrisas de un camión, provocando la rotura del vidrio y causándole lesiones en el brazo al acompañante del chofer. Los damnificados lograron observar que el agresor huía por calle Ibazeta, hacia el sur, golpeando con un machete los vehículos estacionados.
A raíz de estos hechos, Reyes fue condenado a una pena de 6 meses de prisión efectiva en un procedimiento abreviado llevado a cabo en la Sala II del Tribunal de Juicio en feria. La jueza María Victoria Montoya Quiroga dictó el fallo en su contra por los delitos de atentado a la autoridad en concurso ideal con lesiones leves agravadas por tratarse de un funcionario policial, amenazas, daños y agresión con arma impropia.
Policía asaltado
Un cabo de la Policía de Salta, quien cumple tareas en la Subcomisaría del Barrio 9 de Julio, en la ciudad de Orán, fue víctima de la inseguridad. El suboficial fue asaltado el viernes pasado, cuando se dirigía a su lugar de trabajo. El efectivo se desplazaba en forma peatonal con dirección a la dependencia y fue interceptado por dos hombres a bordo de una moto Yamaha FZ. Los ladrones le robaron la billetera y el arma reglamentaria para luego darse a la fuga. Hasta el momento, los asaltantes no pudieron ser ubicados por los investigadores de la Policía.