El tribunal estará integrado por los jueces, Gabriela Catalano, Federico Díaz y Marcelo Juarez Almaraz, mientras que la acusación será llevada adelante por el fiscal del Área de Investigación y Litigación de Casos Complejos, Ricardo Toranzos.
Desde la 9, el tribunal comenzará con el debate que tiene como acusados a los jujeños, Darío Alejandro Acevedo, Raúl Ricardo Farías y Estanislao Alberto Liquitay, como así también a Ariel Estelino Georgevich, sindicado como un importante empresario del rubro automotriz de la provincia de Córdoba.
Los cuatro acusados serán juzgados por el delito de "transporte agravado de estupefaciente por la participación de más tres personas", el que establece una escala penal que podría llegar a los 20 años de prisión.
Las audiencias, según lo informado, se desarrollarán todos los viernes y en las mismas, como elemento novedoso debido al nuevo proceso, se expondrá todas las filmaciones realizadas por la justicia en torno al caso.
A lo largo del juicio se analizará la responsabilidad penal de los acusados, quienes fueron detenidos en julio pasado a raíz de un procedimiento, que tuvo, entre hecho destacado, la ejecución de una nueva herramienta procesal conocida como "entrega vigilada".
Bajo la dirección del fiscal Toranzos, un cuerpo especial de Gendarmería Nacional llevó adelante el operativo con procedimientos, en Córdoba y posteriormente en las provincias de Jujuy y Salta. A raíz de estos procedimientos se logró la detención de los cuatro imputados.
Droga en filtros de aire
Al seguir las pesquisas, el 15 de julio pasado los investigadores pudieron identificar dos bultos que figuraban con el remitente identificado como Fernando Ludueña, carga que debía ser transportada hasta Córdoba, donde era esperada por Farías, uno de los detenidos.
A partir de esta pista, Toranzos dispuso que los bultos sean sometidos a una revisión con equipos de RX, por lo que se solicitó la colaboración de la PSA, fuerza que confirmó la existencia de cuerpos extraños, como así también un can antinarcóticos marcó uno de los paquetes.
Así se pudo establecer que uno de los paquetes llevaba un filtro de aire, mientras que en otro se encontró un horno microondas, cuyas paredes falsas ocultaban siete envoltorios que resultaron ser cocaína en un peso total de 11.672 gramos.
Toranzos solicitó la aplicación de una "entrega vigilada" a fin de poder dar con los autores del hecho, asimismo, se cambió la droga por harina.