Este hecho se habría registrado el 12 de mayo pasado, y al querer dejar asentada la denuncia al momento de quedar libre no se lo permitieron. Ahora tomó intervención el fiscal de Cerrillos, de allí que se aceptara la denuncia.
El hombre de 26 años, domiciliado en San Agustín, el día 12 fue a La Merced, en búsqueda de mejores precios en un supermercado..
De regreso, el control vial comienza solicitando la documentación de la moto, la que tenía en su poder, identificación personal, que estaba en su poder y coincidía la terminación del D.N.I. con el día de salida. O sea todo en regla.
Sin embargo, le piden un certificado de excepción, y el les dice que ese se había olvidado. Aunque se sabe que las salidas, para la búsqueda de alimentos está permitido. Fue ese momento en el que comenzó su pesadilla.
Así le repetían, “te tenemos que secuestrar la moto”, sin entender por qué N.C. preguntaba motivos y le repetían que eso correspondía. Finalmente lo obligaron a dejar la moto, con todo lo comprado, donde había carne y lácteos.
Lo esposaron, lo subieron a un patrullero a los empujones, y a los golpes lo llevan hasta la comisaría de San Agustín, que queda a pocos metros de la casa que habita junto a su pareja y a una pequeña hija.
Sin entender mucho lo que pasaba, lo llevaron a una habitación en el fondo, y un policía que no tenía uniforme, le dice que le pasaba, que no se hiciera el “gallito”, porque él a los gallitos los arreglaba rápido. Sacó un arma y lo amenazó y le decía que si le disparaba después se diría que murió de coronavirus y listo.
En fin una situación terrorífica, que terminó a las 15 horas, más o menos. Después le dijeron “bueno andate, pero tenes que firmar aquí”, y le hicieron firmar una multa, que nunca existió, porque supuestamente se había resistido al test de alcoholemia.
Cuando les dice “nunca me resistí a nada”, preguntando qué era ese papel, le dijeron “mejor firma si querés irte”. Y así fue que firmó para encontrar su mercadería en mal estado, y con su moto retenida, que hasta hoy no se la devolvieron. “Me robaron mi moto, que antes uno de ellos me quería comprar”.
Carne en mal estado en un hospital
El gerente del hospital Materno Infantil, denunció que el frigorífico CIACSA(Brunetti), les entregó carne en mal estado. La fiscal penal de la Unidad de Delitos Económicos Complejos, Verónica Simesen de Bielke, investiga. La carne estaba destinada a los pacientes internados.
Mangione, dijo es“un apriete” porque no aceptan cheques como pago. Eran 300 kilos de carne de cerdo, vaca y pollo.