El imputado Franco Rodrigo Emanuel Bautista fue denunciado por un hecho ocurrido en Cerrillos. La denunciante relató que ese día había asistido a un local bailable de la localidad de El Carril junto a dos amigas. Dentro del boliche perdió de vista a sus amigas y permaneció junto a un amigo que, a su vez, se encontraba acompañado por dos sujetos que ella recién conocía. Uno de ellos es el imputado.
Al finalizar el baile, abordó el colectivo a Cerrillos junto a su amigo y los otros dos jóvenes. En el camino, uno de ellos le propuso que fueran cerca de su casa para seguir tomando, por lo que se bajaron a la entrada del pueblo.
Fue entonces que su amigo le propuso que ella se adelantara con Bautista hasta un potrero, mientras él y el otro sujeto iban por las bebidas alcohólicas. La denunciante caminó con Bautista hasta una vivienda que resultó ser el domicilio del imputado.
Allí, el acusado le dijo que pasara y la llevó hasta una habitación, pero se dio con que en el lugar estaba durmiendo su hermano, así que le indicó que salieran nuevamente. Entonces el acusado le propuso que fueran al potrero donde, en teoría, ya estarían los otros dos jóvenes esperándolos.
Al llegar al lugar, no había nadie y Bautista le sugirió que quizás ya se habían ido porque ellos habían demorado demasiado en llegar. En ese momento, la denunciante refirió que el acusado cambió de actitud, pues le sujetó fuertemente del brazo y la introdujo dentro del terreno, diciéndole: “Vos vas a estar conmigo. Si no es por tu voluntad va a ser por la fuerza”.
“Nadie te escuchará”
La joven manifestó que comenzó a gritar en busca de auxilio, pero él le decía: “Nadie te va a escuchar acá, callate”.
Dijo que en ese lugar la accedió carnalmente a pesar de su resistencia. Luego, el acusado le ordenó que se fuera y le advirtió que no le contara lo sucedido a nadie. En su fallo, los jueces revocaron la prisión domiciliaria preventiva que venía cumpliendo el imputado y ordenaron su traslado a la cárcel penitenciaria local. Bautista deberá pagarle la suma de 800 mil pesos a su víctima en concepto de daño moral resarcible, más los intereses correspondientes.
