En la última audiencia por este caso, celebrada el miércoles pasado, los jueces Javier Aranibar, Martín Pérez y Federico Armiñana Dohorman escucharon a peritos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales, quienes se refirieron a distintos aspectos forenses del asesinato.
Concluida así la etapa de testimonios, el tribunal dispuso el cuarto intermedio hasta hoy, oportunidad en la que se espera que la fiscalía, a cargo de la fiscal Mónica Poma, ratifique la acusación penal contra Gallo y solicite una dura pena para la ex pareja de Mamaní. Por su parte, la defensa del acusado hará su planteo.
Durante el debate, los jueces escucharon detalles de cómo fue asesinada Mamaní, quien residía en la localidad de El Bordo y era madre de dos menores, sin contar que también llevaba adelante una carrera deportiva en un club de fútbol local.
Gallo, su ex pareja y ahora acusado por el delito de homicidio calificado por la relación de pareja preexistente y por mediar violencia de género, era un trabajador golondrina, aunque debido a la pandemia reinante se hallaba sin empleo.
El crimen de Mamaní, según lo ventilado en el debate, ocurrió el 14 de julio de 2020, alrededor de las 20, en una vivienda de barrio Río Grande. Gallo, al parecer, por una cuestión de celos se hizo presente en dicho inmueble, al que ingresó por la parte posterior.
Murió degollada
Una vez que logró tener contacto con Mamaní, el sujeto le habría hecho ciertos reclamos respecto a alguna relación sentimental con otro hombre, para luego acercarse y asestarle una herida a la altura del cuello, lesión que finalmente le causó la muerte.
Cometido el crimen, y tras ser descubierto por familiares de la víctima, Gallo se marchó de la vivienda, mientras vecinos salieron a la calle para seguir las alternativas del hecho, mostrándose sorprendidos por el fatal desenlace.
Más tarde, ese mismo día, Gallo se presentó en la Subcomisaría de El Bordo, donde manifestó al personal policial: “Maté a mi mujer”. Gallo, según declararon los policías que lo recibieron, tenía manchas sanguinolentas en el pantalón y en la campera.
En vista de los elementos de pruebas reunidos a lo largo de la investigación, la situación de Gallo se presenta bastante comprometida, pues varios testigos lo señalaron como el responsable del crimen de Mamaní, a quien, en cambio, describieron como una mujer que luchaba por salir adelante.