El gobierno argentino avaló y luego dio marcha atrás en la Organización Mundial de la Salud (OMS) por un proyecto de resolución de la Unión Europea y Estados Unidos que contempla la creación de un comité de investigación para determinar si efectivamente el COVID-19 surgió en el estado chino de Wuhan. Las quejas de la diplomacia representantes de Xi Jinping no se hicieron esperar y es por ello que el embajador de China en Buenos Aires, Zou Xiaoli, presentó su queja y malestar ante la Cancillería argentina porque entendió que hay una “sospecha infundada” hacia la administración de Xi Jinping sobre la responsabilidad china en la expansión del virus a nivel mundial, tal como lo plantearon varios presidentes europeos y Donald Trump.
La Dirección de Organismos Internacionales (DIOIN) de la Cancillería acompañó el jueves pasado un proyecto de Resolución en el cual Argentina avaló en la OMS el pedido de la UE y Estados Unidos para abrir una comisión investigadora contra China. En esa resolución se mencionaba, entre otras cosas, la decisión de los países de cooperar contra la pandemia, tomar medidas preventivas, que no haya resoluciones unilaterales y que se investigue el origen del virus para determinar el desarrollo de una vacuna. Este es el punto de mayor tensión que genera el malestar de China.
Este proyecto fue presentado por la Unión Europea, Estados Unidos y avalado en un primer momento por Argentina para ser tratado por videoconferencia durante la próxima Asamblea de la OMS que tendrá lugar los días 18 y 19 de mayo, aunque ahora el Gobierno decidió retirar ese apoyo cuya presentación final vence mañana.