Tras el feriado por el Día de la Bandera, el billete cayó a $44,07 - según el promedio de Ámbito- por lo que acumuló una baja superior a los $2 ($ 2,09 o -4,5%) en las últimas siete jornadas (mientras que en la corta semana por los dos feriados cedió un $1,10 o -2,4%).
Contra muchos pronósticos laborados en meses previos, la tranquilidad cambiaria se extendió previo al cierre de listas para las primarias de agosto y las elecciones presidenciales de octubre, sobre todo luego de que el martes de la semana pasada se conociera la decisión del presidente Mauricio Macri de inclinarse por un peronista moderado como socio en la fórmula electoral -el senador Miguel Pichetto-, con la idea de revertir los sondeos que le restaban probabilidades de victoria.
Esto sucede aún cuando el BCRA sigue validando una gradual baja en la tasa de referencia (Leliq), aprovechando que existe un mayor apetito por el carry-trade ante el mandato político de "dólar planchado" que se viene cumpliendo en los últimos meses, el cual se combina aún con elevados rendimientos reales.
En el segmento mayorista, por su parte, el dólar se derrumbó 51 centavos a $42,79, dado que la oferta de divisas sigue prevaleciendo en el de-sarrollo de las operaciones, sin que por el momento muestre signos de cesar, en un contexto global marcado por la debilidad global del dollar-index a raíz del tono "dovish" (política monetaria con carácter expansionista) por parte de la Fed de EEUU.
Un dato para remarcar en la rueda fue el volumen total operado, que ascendió a u$s 1.003,8 millones.
"Un poco a tono con lo acontecido en los mercados internacionales, en los que el dólar retrocedió frente a las principales monedas, el mercado doméstico reprodujo condiciones de debilidad de la moneda norteamericana, alimentada además por las condiciones propias de un cambio de expectativas que alienta el desarme de posiciones y los ingresos desde el exterior", explicaron desde PR Corredores de Cambio.
En la plaza, analistas destacaron el ingreso de una suma importante de divisas provenientes de liquidaciones cerealeras y de otros rubros – presuntamente petroleras –, además de inversores que apuestan a la tasa de interés en pesos con un menú de activos interesante.
Por su parte, los bancos siguieron recortando posiciones para no tomar pérdidas, motivo por el cual la demanda no alcanzó a neutralizar el equilibrio dólar/peso, comentó el analista Fernando Izzo.
Algunos operadores del mercado afirmaron también que el nuevo retroceso de la moneda de EE.UU. frente al peso se profundizó como respuesta a un resultado fiscal primario mejor a lo previsto. Las cuentas fiscales registraron un fuerte superávit primario de $25.974 millones en mayo frente a un déficit de $ 7.818 millones en el mismo mes del año pasado, indicó este viernes el Ministerio de Hacienda.
La divisa norteamericana mantuvo la debilidad instalada días atrás y operó con altibajos pero siempre con marcada tendencia declinante. Las órdenes de venta no tardaron en aparecer comenzada la jornada y los precios comenzaron a reflejar la debilidad del dólar.
