Ya no se trata de si Lo Celso podrá estar en el debut ante Arabia Saudita, el martes 22 de noviembre. La incógnita pasa por saber si podrá ser parte de la lista de 26 convocados o si se queda fuera de la lista definitiva. El ex jugador de Rosario Central salió a los 24 minutos del primer tiempo, luego de sentir un dolor en la pierna derecha, en el partido del Villareal ante Atlhetic Bilbao.
Y hay preocupación por el nivel de gravedad que tiene su molestia en el bíceps femoral de esa pierna. Lo que hasta el lunes se creía un desgarro “grado 1″ (el más leve), ahora se transformó en temor a que haya sufrido un desprendimiento del músculo, por lo que le realizarán nuevos estudios. Incluso, no está descartado que deba ser operado y necesite un mínimo de ocho semanas para volver a jugar.
Si se confirmara el peor diagnóstico, el volante tendría que ser operado y, lógicamente, se quedará afuera del Mundial.
La preocupación del cuerpo técnico de la Selección es enorme porque Lo Celso es un titular indiscutido y un jugador que, por sus características particulares, no tiene un reemplazante que se le asemeje. Sí, es cierto hay variantes para cubrirlo, pero el impacto de su ausencia sería un golpe durísimo para el armado de un mediocampo que lo tenía a él, a Paredes (también tocado) y a De Paul como piezas fijas.
Por estas horas, se espera que el Villarreal anuncie un parte médico de la lesión del rosarino, aunque el cuerpo médico y técnico de la Selección ya está en pleno contacto con el club español y analizando los pasos a seguir. Una idea sería que, si la lesión no es la más grave de todas, Gio se venga a tratar a la Argentina, aunque también es que el domingo toda la delegación ya partirá para Qatar y hay que ver si esto tiene sentido realmente.
Sería un golpe durísimo para quien fue parte de la convocatoria de Sampaoli en Rusia, pero que no jugó siquiera un minuto en aquel torneo, a pesar de los constantes cambios que hizo el DT. Pero también significaría perder a un futbolista esencial en la estructura del equipo, que creció hasta convertirse en socio de Messi en ataque y vital en la construcción del juego.
