Se veía venir. Más allá del esfuerzo que se puso en el final del Torneo, al “Santo” no le alcanzó. Se fue condenado por un proceso que arrancó mal, que atravesó una crisis institucional que terminó repercutiendo en el plano futbolístico.
Juventud no perdió la categoría por ese gol de Facundo Suárez a los 43 del complemento que significó el 1-1 del conjunto formoseño ni porque se fue expulsado Ricardo Gómez. Jugó prácticamente descendido estos meses.
Fue la pesada herencia de la gestión de la Comisión Directiva encabezada por José Muratore.
Ayer los Nicolás Pérez, los Juan Molina, los Cristian Chavarría lloraron por la forma en la que el club se despidió de competencias oficiales hasta el año que viene.
Gómez había ilusionado a todos con ese tanto a los 29' del segundo tiempo. Pero el equipo de Adrian Adrover no lo supo aguantar, no pudo aferrarse a ese resultado para asegurar la permanencia.
"Momoto" vio la segunda amarilla y la roja siete minutos después de su conquista y San Martín le sacó provecho. Se fue con todo, decidido a buscar el empate. Y lo consiguió por medio de Suárez.
La impotencia se apoderó de Juventud. Se estaba yendo al descenso. En el "Miguel Sancho" no hubo salvación: en cuatro días dos salteños perdieron la categoría.
Primero fue Gimnasia y ayer el turno del “Santo”. Si Central Norte y compañía no ascienden, Salta no tendrá representantes de próximo Federal A , y por ende, tampoco en la próxima Copa Argentina.
Incidentes
Una despedida bochornosa protagonizaron algunos jugadores de Juventud como Dhiago Giménez y Gustavo Ortiz, quienes se tranzaron a golpe de puños con los rivales, de hecho el volante estuvo cerca de ser detenido por la policía. El más desencajado fue Claudio Acosta, quien desde el campo de juego lanzó hielo y demás elementos hacia el sector en el que estaban ubicados los dirigentes de San Martín.