"NO ME CALLO MAS"

La hija del cura Gamboa lo acusa de negar su deber de padre

“No me callo más”, dijo Agustina Gamboa Arias, en el comienzo de la redacción de una carta que subió a su Facebook y que en pocas horas del domingo se viralizó.

NDS |

Agustina Camboa Arias y Carlos Gamboa. Virginia Arias, su mamá confirmó además que el cura le dijo que no se podía hacer cargo de su hija.
Agustina Camboa Arias y Carlos Gamboa. Virginia Arias, su mamá confirmó además que el cura le dijo que no se podía hacer cargo de su hija.

Agustina ahora con 18 años, contó a la prensa que tiene el apellido paterno desde los dos años tras un arreglo extrajudicial pero que él nunca quiso tener contacto con ella. La hija del cura salteño expuso su doble discurso sobre el tema del aborto.

Ella vive en Buenos Aires y relató en su carta que todo lo que hizo fue con el apoyo de su papá del corazón, de su mamá, de sus hermanos y del resto de su familia.

Señaló a las autoridades eclesíasticas, de aquellos años, por ser encubridores de una situación que era conocida por ellos. Confesó que varias entrevistas que hace rato quería desenmascarar esta situación, y que ahora  era el momento.

Agustina Gamboa Arias dice en su carta que es hija del sacerdote que cumple funciones en la catedral basílica de Salta, con fuerte presencia en las festividades del Señor y la Virgen del Milagro. Hasta ahora, la Curia no se expresó al respecto.

La joven inicia la carta haciendo referencia a una entrevista en la que Carlos Gamboa, da su opinión sobre el próximo tratamiento de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en el Senado de la Nación.

“En la oportunidad Carlos Gamboa apeló a los slogans “Sí a la vida”, “Sí a toda vida”, “Toda vida vale”. Estas fueron sus afirmaciones, sin embargo, la realidad contradice sus palabras pues sistemáticamente descuidó y desatendió de mí, *su hija Agustina María Gamboa Arias, nacida en mayo del 2000.*

“Llevo el apellido de mi progenitor, pero originalmente fui anotada en el Registro Civil como Agustina Arias ya que se negaba a reconocerme legalmente negándome también el derecho de todo niño o niña a su identidad.

El 16 de agosto del 2002, mediante requerimiento de un abogado pude ser reconocida como consta en la acotación al margen de mi acta de nacimiento. Si bien estoy viva, si fuera por él estaría en completo abandono”

Continúa diciendo “Desde siempre sé todo sobre mi identidad, quién soy y de dónde vengo, pero esta realidad me resultaba inconclusa, a medida que fui creciendo necesité no solo conocerlo si no también entender lo que sucedía”. 

Lo que dice Gamboa sobre la mujer

Gamboa habla de “acompañar a la mujer que está en la disyuntiva de continuar o interrumpir un embarazo”, también dice “apoyar a los chicas que están vivas”. Siendo yo su hija la que pasó por muchas situaciones de abandono porque Carlos Gamboa nunca se preocupó por conocerme”.

Tuvo encuentros con Gamboa hasta los siete años pero cada vez se iban complicando”. Nos veíamos en estaciones de servicio alejadas de toda persona que lo pudiera reconocer. En los encuentros me repetía el discurso de que me amaba, pero no podía ser mi padre, en ese entonces, para una nena de 6 o 7 años era un relato muy confuso ya que yo no contaba con las herramientas emocionales para entender lo que me decía de manera tan contradictoria. Era una niña que creía que mi padre me amaba, esperaba sus llamados para fechas importantes como cumpleaños o las fiestas o algún gesto de interés que nunca llegó”. Luego dejó de verlo.

Entendí mucho después, en mi adolescencia que mi padre no me quería por eso busqué afecto en otros miembros de mi familia paterna, mediante las redes sociales comencé a buscar a todo aquel con apellido Gamboa que pudiera ser familiar.

Resultaron ser muchos, y hasta pude conocer a una prima que junto con sus padres y hermanos me recibieron con alegría. Sin embargo, esto desató una tormenta que se manifestó con maltratos verbales y psicológicos telefónicos por parte de Gamboa hacia mí y hacia mi mamá.

A partir de allí hace referencia también a malos tratos que recibió por parte del hermano mellizo del sacerdote, Victor Gamboa, quien fue referente de los docentes” tuvo un rol terriblemente violento y destructivo siendo que en un comienzo parecía una persona confiable y buen padre de familia”.

“Carlos Gamboa en la entrevista habla de que la Iglesia debe formar y respetar a las personas pero él nunca lo hizo conmigo, sus acciones afectaron mi forma de ser, la forma en la que me vinculo con las personas y cómo me de-sarrollo en el plano emocional habiendo vivido tanta manipulación afectiva, habiendo oído tantas palabras vacías que me afectaron para siempre.

Voy al psicólogo desde que tengo memoria; ¿cómo confiar en los demás si no podés confiar en tu padre biológico? Por eso cuando en la entrevista se pronuncia “a favor de las dos vidas” y dice “no lo dañemos más con otro abuso” debo afirmar que el daño que me hizo es irreversible, un daño que también se manifestó en lo relacionado con la cuota alimentaria pues para que cumpliera con su obligación debió celebrarse un convenio privado, en numerosas ocasiones se retrasó en el pago de la cuota y maltrató a mi madre cuando ella le solicitaba”.

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