Los trabajadores se concentraron en el ingreso a la villa veraniega y marchan por las calles de San Lorenzo hasta instalarse en el edificio municipal, dónde hay una fuerte presencia policial. Esperan novedades de la reunión que mantienen los delegados gremiales y funcionarios municipales en la sede del Ministerio de Trabajo.
Este nuevo retroceso del intendente, Fernando Kila Gonza, hizo que los trabajadores nucleados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) endurecieran las medidas y siguieran con el paro y marchas.
La semana pasada Gonza prometió que una vez que Ramona Cabezas, quien tiene cinco meses de embarazo de riesgo, completara sus estudios médicos en un centro especializado en medicina laboral sería reincorporada junto a Leonardo Aragón, otro de los cesanteados en mayo.
Sin embargo las nuevas condiciones de ingreso que indican una reducción del sueldo a la mitad, sin reconocimiento de la antigüedad y la imposibilidad de acceder a una obra social tiraron por la borda el posible acuerdo que esperaban los trabajadores para poner fin a la protesta que lleva 15 días.