Hoy siente que se le causó un daño moral al haber sido acusado de un delito en el cual, quien lo denunció, Javier Rojas, nunca pudo presentar ninguna prueba que demuestre la extorsión.
La causa se inicia por una denuncia efectuada por Rojas, dando cuenta que Rodríguez, en oportunidad de presentarse el 21 de enero del año en curso, en la carpa que estaba ubicada en avenida Las Calandrias, del barrio Los Alamos, para su habilitación lo hizo, más tarde del horario habitual y con el agravante de haber solicitado una suma de 100 mil pesos para que pudiera trabajar tranquilo. En el mismo texto de la denuncia, señala sentir temor por lo que pudiera ocasionarle la negativa de abonar esa suma de dinero.
Con esa denuncia y la notificación correspondiente, Rodríguez se presentó ante el fiscal Gabriel Portal, agregando a la causa las actas que el día de la inspección confeccionó y donde quedó sentado que en ningún momento cruzó palabra alguna con Rojas, sólo con el dueño de la carpa Edgar Gutiérrez, que en este caso de la denuncia, nunca figura.
“Ese día actuaba Sergio Galleguillos, por lo que había mucha gente, de allí se advirtió en el borderó que debían pagar algo más de 200 mil pesos, a lo que Gutiérrez se niega y me dice que ya iría por la municipalidad”, dice Rodríguez.
Esa noche no abonaron ese 20% que por ordenanza, corresponde, y los organizadores se quejaron en la comuna, que por culpa de Rodríguez, no se había permitido la habilitación de la carpa para más personas, algo que se determina según la cantidad de baños químicos.
Reducción
Es así que al día siguiente en la municipalidad, Gutiérrez presentó una nota y se le redujo del borderó 80 mil pesos. A partir de ahí, el inspector comenzó a sentir que todo se fue armando para sacarlo de funciones, las que lleva adelante hace más de 25 años, con capacitaciones efectuadas en el Ministerio de Salud, tecnicatura en Bromatología y varios años de la carrera de Nutrición en la UNSa.
“Deduzco que en devolución de gentilezas, me hace una denuncia a mí, este señor Javier Rojas, nada tuvo que ver en el momento en el que estuve en la carpa”, dijo Rodríguez.
A partir de ese momento lo separan del cargo de encargado de inspectores, a pesar de haberse dado plazo hasta el 3 de mayo al denunciante para adjuntar pruebas de la extorsión, algo que nunca aportó.
Con el archivo de la causa, el abogado que lo representa, Pablo Dorado, solicitó se le restituya en el cargo con las atribuciones que contaba.
“Actualmente no cumplo las funciones que me corresponden y ni siquiera me entregan los elementos que necesito para trabajar, con el agravante que faltan en mi legajo una serie de contratos de locación de la época que yo ingresé, además de haber sido agraviado en radios de Cerrillos en las que la propia intendenta lo acusa de corrupto”, dijo Rodríguez.
Este hecho inclusive llevó a que un asesor de la actual intendenta presentara la renuncia a su cargo.
Las carpas
Mario Rodríguez desde que comenzó a trabajar, lo hizo en el sector de inspecciones municipales capacitándose en distintas áreas. Señala que siempre se trabajó junto a bomberos en las habilitaciones donde se tiene en cuenta dentro del tema instalaciones los baños, con los que se cuentan sean propios o alquilados, químicos.
Así en el tema en el que fue denunciado, dijo que habían en el lugar más de 8 mil personas, y por la cantidad de baños sólo podían haber 6 mil. Ahí ya fue motivo para que Gutiérrez se negara a pagar el bordereau y señalara que él iría a la municipalidad directamente.
“Más allá de esa determinación, yo confeccioné el acta correspondiente, con la firma de los que allí estábamos, tal como se hacía en cada cierre de actuación, en este caso con las novedades, que se habían planteado”, hoy esa acta está agregada a la causa en Fiscalía de Cerrillos.
Lo que más lamenta Rodríguez es que su madre, una mujer mayor de edad, deba escuchar por radio que la propia intendenta lo llama corrupto en un programa de radio.
“Mi hija tiene que soportar todo tipo de preguntas de sus compañeros en la escuela, todo por un delito que nunca cometí, por eso quiero que esto se resuelva de un vez, porque el daño moral y psicológico al que estoy siendo sometido, es terrible. Yo tengo diabetes y por estos problemas, varias veces me descompensé”, dijo Rodríguez .
