El Gobierno nacional que preside Javier Milei prepara los últimos detalles de la ley que enviará al Parlamento para que sea tratada por diputados y senadores, con el objetivo de derogar la ley 27.725 del ex ministro Sergio Massa que permitió que el 99% de los trabajadores queden eximidos de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias.
Esta ley había sido aprobada en septiembre pasado con el voto afirmativo del actual presidente, quien por ese entonces cumplía funciones como legislador en la Cámara Baja. Según los trascendidos, el borrador que está circulando en el Congreso indica que podrían volver a pagar Ganancias alrededor de 1,5 millón de trabajadores, según señalaron en el diario Clarín.
De aprobarse esta propuesta, el nuevo piso que se establecería para los asalariados sería de $ 976.516 mensuales brutos y, los que superen esa cifra, pagarán sobre el excedente del Mínimo No Imponible que se fijaría en $63.371 para los asalariados solteros y $839.180 para los casados con dos hijos. En el caso de los autónomos, no abonarían hasta $435.097 mensuales (solteros sin hijos) y $605.088 (casado con 2 hijos).
Sin embargo, desde el Ejecutivo nacional apuntan que la vigencia del impuesto sería limitada, aunque no se sabe en qué fecha se interrumpiría. Al respecto, el vocero presidencial, Manuel Adorni, sostuvo que sería por un “cortísimo plazo” e implicaría una reducción del 20% del salario de bolsillo.
Recordemos que esta disposición forma parte de las acciones tendientes a sumar recaudación para alcanzar el equilibrio fiscal, entre las que también se destacan la suba de retenciones al 15% -excepto la soja- y el incremento de impuestos a los cigarrillos (del 25 al 72%). “Antes de subir un impuesto, me corto un brazo”, supo expresar Milei durante la campaña electoral.
Oficialmente, desde el Gobierno confirmaron que se avanzará en la reversión a la última reforma del Impuesto a las Ganancias por la cual cerca de 800.000 asalariados de mayores ingresos dejaron de quedar alcanzados por el tributo. Con el avance de la inflación y las negociaciones paritarias, los especialistas señalan que más de 1,5 millón de trabajadores volverá a pagar el gravamen, con el riesgo de que se les cobre el 35% sobre el total de su ingreso laboral.
El objetivo es aumentar la recaudación a partir de 2.024, ya que según datos oficiales, la reforma aplicada implicaba una pérdida de $1 billón para las arcas del Estado Nacional y otro tanto para las provincias, ya que es un impuesto coparticipable. Es parte del ajuste que busca el ministro de Economía, Luis Caputo, para llegar al superávit fiscal lo más rápido posible.
Al respecto, en diálogo con Infobae el contador especialista en impuestos, Sebastián Domínguez, explicó: “En su momento dejaron de pagar cerca de 800.000 contribuyentes pero como los sueldos suelen ajustarse más que el Ripte, es probable que ahora se sumen más de 1 millón”.
