PANORAMA COMPLEJO

Precios de cenas de egresados, nueva preocupación por los ajustes permanentes

Dueños de salones y organizadores de eventos plantearon a Nuevo Diario la complejidad del panorama de un sector, directamente afectado por la inflación. 

Hay reajustes bimestrales en los precios. Foto: De eventos
Hay reajustes bimestrales en los precios. Foto: De eventos

Las cenas de egresados con las subas permanentes de precios, hicieron -por ejemplo- que el valor promedio de una tarjeta para una cena de egresados, se duplicara (y más) en relación al año pasado. Además, la incertidumbre económica que se vive en el país, hace imposible proyectar, o programar eventos para 2.024.

En un año normal, por ejemplo las familias de los estudiantes de cuarto año de la escuela secundaria podrían estar empezando a abonar las tarjetas para las cenas de egresados de sus hijos, con más de 12 meses de anticipación,  teniendo en cuenta los montos globales que implican esas fiestas estudiantiles. Sin embargo, por primera vez en décadas, los dueños de salones y organizadores de estos eventos no están vendiendo las cenas de egresados para la temporada 2.024 debido a que no logran establecer un parámetro de lo que serán los precios hacia el año que viene.

De esta forma, el proceso inflacionario en combo con la recesión, hace que no puedan establecer costos, provocan un reajuste de precios, en algunos casos bimestrales, según pudo corroborar este medio. De ahí que las distintas empresas sólo ofrezcan reservas de fechas para el próximo año a través de una seña y adviertan a los alumnos que se informará y cobrará la tarjeta recién el año que viene, un tiempo antes del evento, excepto que –aferrados a la esperanza- la crítica situación económica que acucia a todo el país mejore antes de tiempo. 

¿Cuánto cuesta una tarjeta?

Nuevo Diario dialogó con representantes de la empresa de eventos Kira, quienes detallaron los precios para egresados 2.023.

El valor de una tarjeta actualmente ronda los $21.400  e  incluye todo (servicio de cathering, recepción, bebidas, música, salón, etc).

En cuanto a la modalidad de pago, para el caso de este servicio, se informó que la actualización de precios se realiza cada 2 meses: el parámetro de ajuste es de acuerdo a lo que marca el Indec.

Para el caso de los  egresados 2.024, si bien desde la empresa de eventos se encuentran vendiendo fechas, advirtieron que será hasta diciembre 2.023 con un ajuste  mensual. Después de diciembre se retoma la venta en marzo con el ajuste cada 2 meses. No obstante destacaron que no hubo caída en la venta de este tipo de servicios.

En tanto, otros servicios consultados, advirtieron sobre  la complejidad en la proyección de costos de este tipo de servicios (cenas de egresados), por lo que en muchos casos, optan por no ofrecerlos.

“Los precios se duplicaron y más”

Nuevo Diario dialogó con Martín “Manzana” Argañaraz, empresario gastronómico, que organiza además eventos particulares como corporativos, y  detalló el complejo panorama que deben afrontar, ante los constantes aumentos: "el precio de una cena corporativa el año pasado era de $6.500 y hoy es de $13.500, y estamos tratando de no aumentar los precios" dijo y precisó que estos montos incluyen, además del servicio gastronómico,  DJ, predio, bebidas alcohólicas.

“Pautar precios con mucho tiempo de antelación no se puede actualmente, aunque hay clientes que señan el servicio, eso nos sirve para calcular y estimar precios finales”, dijo el empresario, que aclaró que, para el caso de que el servicio sea  pagado en su totalidad, “congelamos el precio y para los que no lograron congelarlo, se actualizan los precios”.

“Hay otros clientes que van pagando por partes, y se les actualiza el saldo en el momento en que pagan”, agregó.

En cuanto a los precios de las materias primas, Argañaraz realizó todo un descargo y señaló que: “aunque resulte difícil creer, lo que menos subió este año es la carne, pero en contraposición, el aceite subió más que la nafta, y las gaseosas, por ejemplo, suben todas las semanas en sus primeras líneas, y nos sorprende”

Asimismo, el reconocido productor de eventos apuntó a las estrategias para afrontar el panorama: “se cambian un poco los menús, y buscamos otras variedades para que no se siga encareciendo la tarjeta: ya no tanto jamón crudo, ni mariscos, sino otras alternativas” dice y suspira: “le vamos buscando la vuelta”.

El salteño no dejó de salir, pero consume menos

Nuevo Diario habló  también con  el titular de la Cámara de Gastronómicos de la provincia, y presidente de la Cámara Hotelera, Gastronómica y Afines de la provincia, Juan Lucero, quien advirtió sobre "el problema complejo para la gastronomía frente a la inflación". En ese sentido, por ejemplo describió que actualmente y ante los permanentes ajustes de precios "optamos por abandonar las cartas físicas y pasar al QR". No obstante insistió en que "no se puede trasladar todo el tiempo los precios de las cartas por las subas diarias que tenemos en las materias primas". "De ser así, no tendríamos clientes", dijo Lucero que explicó con resignación, cómo los propietarios de locales gastronómicos y servicios deben resignar: "se trata de ajustar de a poquito, porque entendemos además que la competencia es feroz. Es ajustar lo mínimo posible sin perder plata, y es algo muy difícil y complica el panorama"

"La gente no ha dejado de salir, pero sí ha bajado bastante el consumo"

“Se pone realmente complejo el panorama, no hay costeo real, pero bueno, por lo menos seguimos trabajando, aunque sea un intercambio de plata”, insistió en su preocupado discurso sobre la coyuntura actual.

Del mismo modo, Lucero hizo referencia a que muchos empresarios locales realizan grandes esfuerzos para no trasladar todos los incrementos al cliente, ya que los altos precios hacen que el movimiento se estanque y no resulta beneficiada ninguna de las partes.

Cincuenta veces más

“Los salones necesitamos trabajar y los clientes necesitan poder pagar un precio justo, y en estas condiciones se hace imposible presupuestar una fiesta a un año o año y medio; tratamos todo el tiempo de ir buscando alternativas con ideas entre todos los titulares de salones para seguir generando el trabajo hacia adelante”, afirma un empresario de un reconocido servicio de fiestas y eventos, que asegura elegir la calidad por sobre el precio, lo cual encarece los costos, y resultan difíciles de ser costeados, por lo que se transforma en casi exclusivo.

El empresario aseguró que no disminuyeron los eventos, y que inclusive la gente elige pagar en dólares “como en los 90”.

Hace más de 10 años, asistir a una cena de egresados en Salta costaba algo así como 50 veces menos -no es una cifra exagerada, sino un cálculo matemático exacto- de lo que cuesta hoy.

En  noviembre de 2.010, el valor de las tarjetas rondaba entre los 150 y los 200 pesos por persona hace 12 años, por lo que tomando el valor más alto (200 pesos) y multiplicándolo por 50 se obtienen los 15.000 pesos en promedio que cuesta la entrada con derecho al menú hoy.

Por lo que una familia de 4 personas que en 2.010 debía gastar entre 600 y 800 pesos para asistir todos al evento, hoy necesitan desembolsar -por lo menos- 60.000 pesos (en caso de que todos vayan a la cena), descontando vestimenta, y todo otro tipos de gastos de los que adornan el evento.

 

 

 

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