El armado de la estructura del área laboral en el gobierno de Javier Milei aún sigue generando tensión en el ámbito del trabajo y los sindicatos. Con Omar Yasin ratificado al frente de la Secretaría de Trabajo, todavía continúan las negociaciones por cargos estratégicos de segundas y terceras líneas.
Es el caso, por ejemplo, de la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales hasta hoy en manos de Mónica Risotto. Se trata de un espacio de Trabajo clave en la relación con los gremios. Desde allí, entre otros temas, se emiten certificaciones de autoridades, validación de elecciones, firmas de personerías e inscripciones gremiales, encuadres sindicales, trámites de ensambles, congreso y procesos de elecciones.
Durante la gestión de Rissotto se emitieron 7036 certificados de autoridades y se dio respuesta a más de 3.500 oficiales. La actividad es intensa, definitoria y estratégica para todo gobierno. De allí nace la importancia en la designación del cargo.
Semanas atrás, el sitio Mundo Gremial daba cuenta de la confirmación en el puesto de Karina Palacios, quien ya había ocupado la dirección durante la gestión de Mauricio Macri, bajo el ala del por entonces ministro de Trabajo, Jorge Triacca.
Con la llegada de Yasin y la confirmación de Horacio Pitrau a la subsecretaría de Trabajo, Palacios era una fija y hasta ya había asistido a reuniones de traspaso con Rissotto en la sede Callao de la cartera laboral.
Pero pasaron cosas. En los últimos días se registraron una serie de operaciones cruzadas y existe la posibilidad de un cambio. Es la intención de sectores vinculados al empresariado de correr a Palacios y ubicar en su lugar al abogado Claudio Aquino, de fuertes lazos con corporaciones empresarias y crítico del actual modelo sindical argentino.
Las vinculaciones de Aquino con el empresariado nacional se desprenden de su extenso curriculum en incursiones de asesoramiento en grandes estudios empresariales. Además, es autor de una tesis de doctorado con fuertes cuestionamiento al modelo sindical.
El posible cambio levantó temperatura en el entorno del nuevo subsecretario de Trabajo, Horacio Pitrau, con acalorados encuentros e intercambios de opiniones en el piso 12 de la sede laboral de Alem.
La certeza es la presencia de diversos sectores del mundo del trabajo y el empresariado que en las últimas horas comenzaron a presionar. Rumores vinculan en la movida a Julio Cordero, de la UIA y hombre de fuerte de Techint, que además de ser operador de Yasin estaría recogiendo otros acompañamientos. Hasta se deslizó la posibilidad de que el propio Cordero lidere la poderosa DNAS. El trabajo de tesis doctoral de Aquino se titula “Incompatibilidades del modelo argentino con los principios y valores republicanos de un Estado de Derecho” y apunta al debate sobre las personerías gremiales. Este punto despertó inquietud en los sindicatos y en las conducciones gremiales.
Si bien los motivos de su designación no trascendieron, existen fuertes rumores de un interés de empresas -hoy muy ligadas a la estructura de mando presidencial- que juegan a fondo para ocupar lugares estratégicos en materia laboral, de cara a las reformas anunciadas para el sector.
La especulación de algunos sectores gira a la intención que escondería la designación de Aquino contra la legislación que hoy regula la vida de las organizaciones sindicales. La incógnita a responder: ¿Será la estrategia de Milei romper el modelo sindical argentino?
