Esta fecha, muy significativa, en la que se prevén una serie de actividades para visibilizar el reclamo por políticas efectivas y el entendimiento de que el camino no reside en la eliminación de los derechos adquiridos.
De acuerdo al estudio, se registraron 282 femicidios que incluyen 28 femicidios vinculados, 4 personas trans, 7 suicidios feminicidas y 24 casos de muertes violentas de mujeres en contexto de narcotráfico y crimen organizado.
Lamentable promedio
Con un promedio de 1 femicidio cada 27 horas, el aumento en las cifras de asesinatos de mujeres por razones de género es alarmante, superando incluso las cifras de 2.020, año marcado por la pandemia.
El 60% de las víctimas fueron asesinadas en su domicilio, en su trabajo o en la vivienda que compartían con el femicida; y en un 71% se comprobó la existencia de una relación preexistente entre la víctima y el victimario.
Además se registraron 163 niñas y niños que se quedaron sin sus madres porque fueron víctimas de femicidio, algunas de estas víctimas colaterales fueron testigos presenciales de los hechos.
Un presente complejo y un futuro que da miedo
Según consta en el informe citado, el 17% de las víctimas realizó al menos una denuncia por violencia de género previamente al femicidio y, si bien en un 43,3% no se realizó denuncia, algunas de las familias de las víctimas reportaron que existía violencia de género previa al femicidio. También, muchas de las familias reclaman que las mujeres fueron ignoradas en múltiples ocasiones al intentar denunciar a sus agresores.
El uso de armas de fuego fue, por una amplia diferencia, el método más utilizado para cometer los femicidios, dato directamente relacionado con los crímenes por sicariato. En segundo lugar, las víctimas fueron asesinadas a puñaladas. 22 mujeres fueron violadas antes de ser asesinadas.
En cuanto a la distribución geográfica: el mapeo del relevamiento indica que Córdoba encabeza la lista de provincias con más femicidios, en proporción con su población, seguida por Salta, La Rioja, Santa Fe y Corrientes.
En este marco alarmante, la incógnita se plantea por estos momentos sobre las definiciones que tomarán desde la nueva gestión del Presidente Javier Milei, habidas cuentas de las insistentes declaraciones en contra de las políticas de género, en donde inclusive se ha señalado a las mismas como “formas de adoctrinamiento”. Hasta el momento no hubo pronunciamiento alguno sobre lo que depara a mujeres y disidencias.
