En esta oportunidad los efectivos de Gendarmería, pertenecientes al Escuadrón 54 “Aguaray”, realizó un procedimiento por infracción a la Ley 23737 el pasado 23 de enero.
Esa noche personal de la Sección Control de Ruta 34, detuvo un camión para la verificación física y documental.
Se trataba de una unidad de transporte internacional de carga peligrosa de bandera boliviana. En la requisa se pudo constatar la existencia de dos mochilas en la cabina del conductor, que contenían en su interior un total de diecisiete paquetes rectangulares, cuyo contenido resulto ser cocaína, de acuerdo al resultado realizado cromáticamente que dio positivo.
La carga pesó exactamente 17 kilos 616 gramos.
Esto llevó a que se diera intervención a la Fiscalía Federal Descentralizada de Tartagal.
Así se dispuso la incautación de la sustancia del rodado utilizado para el transporte y demás elementos de interés para la causa, como así también la detención del involucrado. El sello del delfín estaba en relieve en los panes de cocaína prensada.
Sellos bajo relieve o externos
La ubicación del sello habla de quien transporta y distribuye, o, como en este caso, quien la produce y por tanto es casi un certificado de pureza.
Las marcas no dejaron de aparecer en estos años, y se pudo constatar que, si el sello está ubicado en el exterior del “pan” de droga, se supone que los transportistas saben de quién es la mercancía y no se animan a “mexicanearla”. Por otro lado, si se encuentra en el molde interior, hace a la calidad de la droga y el mensaje está dirigido al comprador, así a la hora en que se abre el paquete se conoce su pureza al momento de fraccionarla.
Roberto Saviano
La División Central Nacional de Datos de Drogas Peligrosas de la Federal acumulaba desde el 2016 más o menos 579 logos.
El periodista y escritor italiano Roberto Saviano en su libro CeroCeroCero señaló que los logos comenzaron a utilizarse en la década del '70 en Perú y posteriormente otros países dedicados a esas actividades lo tomaron, como fue el caso de Colombia, México y Bolivia. Así fue que hace 20 años atrás ya en Europa se conocían unos 2.200 símbolos. Sin embargo, las falsificaciones también llegaron a ese mercado.
