Todo esto agravado desde los últimos meses cuando el peso argentino se fue despreciando.
Así la directora departamental de Migraciones, de Tarija, Lourdes Aldana Rojas, informó que identificaron más de 200 pasos ilegales en Bermejo, Villa Montes y Yacuiba.
Entre los productos que más les advirtió este ingreso ilegal, fue que el 50 por ciento de vinos en mercado ingresa ilegalmente desde Argentina, y se vende en los comercios de Bolivia.
Aldana indicó, a medios bolivianos, que según las denuncias recibidas, en el paso fronterizo de Villazón en el departamento de Potosí, es uno de los más utilizados para el contrabando de diferentes productos comestibles. En ese sentido, dijo desconocer cuántos pasos ilegales existen en ese sector fronterizo, teniendo en cuenta que es una geografía distinta a del sector compartido en Bermejo, Villa Montes y Yacuiba.
“El año pasado se fue con una comisión donde se detectó que existen estos pasos ilegales en fronteras y zonas como Mecoya, Mecoyita, como así también en Iscayachi”, añadió la funcionaria estatal.
Incremento del contrabando hormiga
El presidente de la Cámara de Industria, Comercio y Servicios de Tarija (Caincotar), Gerardo Aparicio Romero, mencionó que el último elemento que se sumó para incrementar el contrabando hormiga fue la caída de la moneda argentina.
“El sector vitivinícola es uno de los más afectados, pero no es el único, porque los productores que inician con emprendimientos de industrialización de materia prima local, no pueden competir con los productos argentinos que tienen un menor costo”, indicó.
Así FM Alba de Tartagal señala que el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), en base a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), estableció que en seis meses, Bolivia importó un valor de 581,1 millones de dólares en productos argentinos. Es decir, alrededor de 1.719 tipos de productos importados de Argentina por un volumen de 711,2 millones de kilos.
En el departamento de Tarija no existen las condiciones para que las diferentes instituciones realicen su labor, más aún cuando las fronteras con la Argentina y el Paraguay son extensas, dificultando las tareas de control de hechos ilícitos que son el pan de cada de día en esos lugares.
En Villa Montes se tienen más de 700 kilómetros de frontera, un solo puesto de control que está a unos 130 kilómetros de la ciudad.
