En su sesión anterior, la Asamblea Universitaria que trata modificaciones al Estatuto avanzó con temas que quedaron pendientes del año pasado, cuando la Asamblea debió suspenderse ante la falta de quorum.
Los puntos fueron la finalización de la adecuación de los artículos vinculados a los docentes al Convenio Colectivo actual y pedidos que habían realizado los estudiantes, como la modificación de la definición de estudiantes con una mirada antidiscriminatoria e inclusiva y la inclusión de los actos discriminatorios como causales de juicio académico a los docentes.
Elías Riveros, consejero estudiantil por la Facultad de Humanidades, expresó en diálogo con Nuevo Diario que los pedidos estudiantiles fueron presentados el año pasado en unidad con todos los representantes de los estudiantes. “La definición de estudiante, como bien dije en la asamblea, es súper importante que quede firme en el estatuto, así sin importar nacionalidad, etnia, identidad de género, orientación sexual, restricciones o elecciones alimenticias, los funcionarios estén obligados a realizar políticas en base a su inclusión y su permanencia en la universidad, y no estar esperando a sus voluntades políticas, ya que sabemos que si no están atados a una regulación probablemente no lo hagan”, remarcó.
En la sesión de mañana, podrán tratarse importantes reformas. Una de ellas es la creación de la figura de Escuela Superior, una “antesala” a la creación de Facultades, con la perspectiva de que el instrumento sirva a futuro para la creación de más carrera y, actualmente, funcione para mejorar la situación de la carrera de medicina.
Sobre ello, Riveros se mostró a favor y afirmó que dicha figura dará la posibilidad de descentralizar algunas carreras, sin quitarle ninguna de sus actuales atribuciones a las Facultad y sus decanatos; pero permitiendo avanzar en términos académicos. Además, sostuvo que hubo argumentos en contra basándose en la cuestión de gastos, pero destacó que hoy hay buenos vínculos por parte del rector, Daniel Hoyos, con organismos nacionales para lograr las gestiones necesarias. Aún así, remarcaron que no hay en planes crear nuevas carreras en lo inmediato, sino contar con la figura para facilitar procesos futuros.
La segunda modificación que traerá gran discusión en la Universidad es la nueva composición al Consejo Superior, el segundo órgano máximo de representación. El tema debe tratarse ante la creación, para el 2025, de las facultades de Orán y Tartagal.
Riveros indicó que es importante “rever y revisar” el cuerpo del Consejo Superior no solo por la inclusión de las facultades, sino también para modificar que “los docentes puedan tener quorum propio” porque “se pierde un poco la representatividad de los estudiantes, ya que pueden tranquilamente realizar sesiones sin los estudiantes y no va a haber quien vele por nuestros derechos”.
