Federico Casas, coordinador de acción comunitaria de la Municipalidad, expresó en diálogo con Nuevo Diario que la obra es una de las más importantes de la gestión de Bettina Romero.
“Hemos venido trabajando durante este tiempo en todo lo que es el recambio de pisos, de caminería, ampliación del sistema de riego, nueva iluminación, iluminación escenográfica para resaltar forestales; distintas intervenciones que tienen que ver con poner en valor uno de los puntos más importantes de nuestra ciudad”, dijo.
En la tarde de ayer, vísperas de la novena del Milagro, se levantó gran parte del cerco que cubría la obra. Quedará restringido únicamente el acceso por calle Zuviría, ya que faltan algunos detalles, pero aseguró que “alrededor del 80% de la Plaza ya quedó habilitada”.
“La próxima semana, ya con la llegada de los peregrinos y previo a la procesión, tenemos para habilitar la parte que falta para que todos los salteños masivamente podamos celebrar la fiesta de Nuestro Señor y la Virgen del Milagro”, afirmó.
La obra tuvo demoras que se notaron y remarcadas sobre todo por la festividad del Milagro. Sobre ello, Casas indicó que en primer lugar ocurrieron eventualidades relacionadas al contexto económico y la inestabilidad del dólar, que provocó que los proveedores decidan restringir, demorar o directamente suspender el acceso a los insumos de la construcción.
“Eso sí ha impactado, además de algunos detalles o insumos específicos, como son la parte de iluminación, que tiene materiales importados o las mismas baldosas que se fabrican fuera de la provincia, entonces este ha sido el principal motivo de la demora que hemos tenido”, dijo.
Otras mejoras
Casas remarcó que durante el transcurso de la obra se aprovechó para hacer otras intervenciones en materia de infraestructura, que requería la Plaza desde hace varios años. Un ejemplo fue que el espacio cuenta con una bomba de agua sumergible, que además de abastecer todo el sistema de riesgo se ha ampliado con esta obra. “Ese sistema de bombeo no tenía las condiciones eléctricas de seguridad en forma correcta, entonces se aprovechó esta obra para normalizar,”, remarcó.
Otra parte de la obra que “no se ve” es la mejora en todo el cableado subterráneo de energía eléctrica. Todos los cables de la Plaza 9 de Julio se cambiaron; entre otros trabajos y acciones que no estaban previstas en el proyecto original de la obra pero que se fueron incorporando ante la necesidad de mejorar dichas infraestructuras.
