En medio de una tormenta que dejó al nosocomio a oscuras, luego de que nunca se reparara el equipo electrógeno para el que se realizó una colecta, la joven fue recibida de urgencia, pero lamentablemente ya era demasiado tarde. La criatura nació sin signos vitales en el baño del hospital. Los momentos de indignación y angustia se hicieron evidentes cuando la joven llegó al hospital, después de esperar casi veinte horas por un turno con ginecología. Según relató la madre de la víctima, la joven había pasado toda la noche y todo el día anterior a la intemperie, buscando atención médica debido a un malestar y la posibilidad de un desprendimiento de placenta. Sin embargo, no fue derivada de urgencia, a pesar de este diagnóstico potencialmente grave.
El derrotero de una noche trágica
“Mi hija durmió afuera del hospital anoche y estuvo aquí todo el día. Vine a reemplazarla en la fila a las siete de la tarde, y ella se fue a casa a descansar. Ahora regresa con su bebé en brazos”, expresó la madre entre lágrimas, visiblemente afectada por la tragedia y la falta de atención oportuna.
La joven fue llevada al hospital alrededor de las 23 hs por un vecino, en una camioneta particular y acompañada por la policía. Es importante destacar que, al llegar, el Hospital Joaquín Corbalán estaba a oscuras debido al corte de luz provocado por la tormenta, y la atención tuvo que realizarse con la luz de los celulares y las linternas.
Pese a las colectas realizadas, de las que Nuevo Diario se hizo eco en la difusión y al aporte de los vecinos y vecinas de Rosario de Lerma, nunca se realizó el arreglo del generador de electricidad.
