Federico Mangione, ministro de Salud de la Provincia, dialogó con Nuevo Diario sobre la situación de la salud pública ante el complicado contexto nacional que obligó a la provincia a tomar medidas de ajuste para afrontar la crisis económica.
“Nosotros no estamos ajenos a las restricciones y a los recortes presupuestarios, entonces lo tomamos con gran preocupación porque estamos viendo que se nos van a afectar algunas partidas que para nosotros en salud es muy importante y que la provincia tendría que asumir, como por ejemplo Incluir Salud, todas esas cosas en las que ya teníamos alguna restricción y ya la provincia se venía haciendo cargo”, expresó.
Puntualmente, nombró programas que cubren a personas con diálisis o el área de discapacidad que viene hace tiempo realizando distintos reclamos por falta de medicamentos, de insumos e incluso de pago de las prestaciones.
Otra de las preocupaciones que manifestó Mangione es el aumento de la medicina prepaga, que se conoció hoy superará el 40%, tras el mega DNU del presidente Javier Milei que permitió liberar los precios.
“Estamos convencidos que casi un 30%, si no es más, va a terminar cayendo a ser atendidos en el sistema de salud pública y eso me preocupa porque nosotros tenemos un presupuesto y necesitaría un presupuesto más elástico para tratar de cumplir con toda la expectativa. Todo el mundo tiene derecho en la República Argentina a la salud pública gratuita y esto no lo puede cubrir la parte privada, eso lo garantizo, tal es así que la gente no lo va a poder pagar y va a terminar yendo a salud pública”, afirmó el ministro.
Por otro lado, fue consultado sobre la precupación de los gerentes de los hospitales del interior por la situación y los congelamientos anunciados de la planta y respondió que “el recurso humano no se toca, porque es necesario”.
En cuanto a los insumos, expresó que hubo algunos que han tenido un 800% de aumento anual, que los materiales tienen un 70% de componente importado por lo que se encareció con la suba del dólar, lo que también repercutió en las compras de vacuna de dengue que pasaron de $375 a $850 cada una.
Sin embargo, afirmó que más allá de que “se haga oneroso”, “vamos a seguir trabajando para cumplir con nuestra palabra”.