LA CASA BLANCA Y RUSIA

El Congreso estadounidense pide la renuncia del Procurador

El  Congreso estadounidense  pidió la renuncia del Procurador General, Jeff Sessions, luego que  se supo que ocultó ante el Senado, los contactos  que mantuvo con el embajador de Rusia durante la campaña presidencial.

El Procurador Jeff Sessions, en la mira del Congreso estadounidense que pide se investigue los vínculos de la Casa Blanca con Rusia.
El Procurador Jeff Sessions, en la mira del Congreso estadounidense que pide se investigue los vínculos de la Casa Blanca con Rusia.

Sessions quedó comprometido luego que los principales periódicos The Washington Post y The New York Times dieran a conocer las dos reuniones que mantuvo durante la campaña presidencial con el embajador, Sergey Kislyak.

Las agencias de inteligencia de Estados Unidos acusaron al Kremlin de interferir en la última elección, y uno de los encuentros de Sessions y Kislyak ocurrió en medio de esa supuesta injerencia, que Moscú niega.

Durante sus audiencias de confirmación en el Senado para el cargo de Procurador General, el senador demócrata Al Franken le preguntó a Sessions qué haría en el caso de que surgiera evidencia de que hubo contactos entre el Kremlin y la campaña de Trump, frente a lo cual Sessions  negó haber mantenido comunicación con los rusos.

Además de la renuncia de Sessions, los demócratas pidieron que se nombre a un "fiscal especial" para ir a fondo en la investigación sobre la incidencia de Rusia en la campaña presidencial y el supuesto vínculo con el equipo de Trump.

El escándalo ya se cobró la primera renuncia en la Casa Blanca, con el alejamiento del primer Consejero de Seguridad Nacional de Trump, Michael Flynn, quien tuvo que irse del gobierno luego que le mintió al vicepresidente, Mike Pence, sobre una conversación que también tuvo con Kislyak.

Los intentos de la Casa Blanca por ocultar los vínculos con Rusia no funcionaron hasta el momento, pero las permanentes revelaciones en la prensa del Departamento de Justicia y las agencias de inteligencia del país han mantenido vivo al escándalo, y han elevado la presión sobre los legisladores republicanos.

Desde el sector republicano, los legisladores le quitaron el apoyo a Sessions, al tiempo que comenzaron a evaluar la posibilidad de la designación de  un fiscal especial.

No obstante el clima convulsionado en el Congreso, el presidente Donald Trump insiste en tener "total confianza" en su fiscal general, y negó haber estado al tanto de las reuniones que el funcionario mantuvo con el embajador ruso, Sergey Kysliak, mientras era su asesor de  campaña electoral el año pasado.

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